24 may 2016

El Ejido (2000): Racismo, trabajo y conflicto de clases.

El lunes 7 de febrero del 2000, el diario El País informaba de los graves acontecimientos ocurridos en el fin de semana anterior en la localidad almeriense de El Ejido:
La barbarie racista se apoderó de El Ejido (Almería) este fin de semana durante 24 horas. El asesinato de Encarnación López, de 26 años, el tercero cometido supuestamente por inmigrantes en dos semanas, desató el odio y una ola de violencia sin precedentes que se ha cobrado 22 heridos. No hubo, sin embargo, detención alguna. Las concentraciones pacíficas del sábado derivaron por la noche en brutalidad xenófoba: decenas de vecinos arrasaron locales con sello extranjero, como una mezquita, locutorios telefónicos, carnicerías y restaurantes e incendiaron varios coches. El vandalismo duró hasta las cinco de la madrugada, y se recrudeció a lo largo de todo el domingo. Extranjeros, policías, políticos y periodistas han recibido amenazas y ataques. El ministro del Interior ha advertido de que el peso de la ley caerá sobre el presunto asesino -un joven bajo tratamiento psiquiátrico- y sobre quienes se toman la justicia por la mano.
 Decenas de comercios y locales arrasados, viviendas quemadas y dos mezquitas saqueadas en tres días de disturbios; entre 1.500 y 3.000 personas desplazadas y apartadas de sus casas durante días; 500 denuncias de agresiones recogidas por Cruz Roja. Entre el 5 y el 7 de febrero de 2000, España vivió una de las mayores persecuciones de inmigrantes que se han dado en la Unión Europea.



El antropólogo Ubaldo Martínez Veiga estudió este grave episodio racista de la localidad almeriense de El Ejido en su libro El Ejido: discriminación, exclusión social y racismo (Cyan, 2001) y en algún artículo como el titulado Organización del trabajo y racismo. El Ejido en el año 2000. Estas son las conclusiones del artículo, que contextualiza este ataque racista dentro de la organización de clases y la descualificación y desvalorización del trabajo (agudizado por la ausencia de derechos de los trabajadores inmigrantes, a los que se intenta segregar espacialmente de los nativos). Hasta 1984 El Ejido era una comunidad abierta a la llegada de inmigrantes nativos que se integraron con rapidez en ella y se convierten en propietarios con una cierta rapidez, y absolutamente cerrada, especialmente después de esta fecha, a la integración a través de la propiedad de los inmigrantes extranjeros. Además, se trata de transformar ideológicamente lo que es un trabajo absolutamente necesario y vital para la producción, aunque se califique de "temporero", en algo que se presenta como no necesario, secundario, o incluso redundante.
Lo que ha ocurrido en El Ejido es la descentralización productiva que, junto a otros elementos, permite la rotación de los trabajadores entre unas parcelas y otras, entre unos propietarios y otros. Con ello, lo que se consigue es la consideración de cada trabajador como absolutamente sustituible por otro. Incluso, las habilidades se homogeneizan y los trabajadores pierden toda posibilidad de utilizar el monopolio de estas habilidades como instrumento de negociación. Con ello se constituye una ideología acerca del trabajo como algo que sobra, que no se necesita. Ésta se refuerza con la situación de los inmigrantes fuera de la ciudad, apartados, sin posibilidad de mezcla con los nativos. En última instancia, el racismo presente en este caso no es más que una muestra extrema del intento de negar la existencia o, al menos, relevancia de la clase trabajadora.

Cuestiones:
 - ¿Qué acontecimiento desencadenó los ataques racistas en El Ejido?
- ¿Por qué se extendieron las agresiones a toda la comunidad inmigrante?
- ¿A que se debe la presencia de la población inmigrante en este pueblo almeriense? ¿En qué se sustenta la economía local?
- A partir de las reflexiones anteriores en torno al caso de El Ejido, ¿podrías explicar qué conexiones se establecen entre racismo, lucha de clases y desvalorización del trabajo?
- Hubo compromisos políticos para mejorar las condiciones laborales y habitacionales de los inmigrantes que trabajan en el campo de El Ejido. Después de ver el breve documental Diez años después, ¿crees que ha mejorado la situación? ¿Cuál ha sido el papel de la Federación de Mujeres Progresistas de El Ejido?

16 may 2016

El trabajo en la sociedad posindustrial.

Tras aprobar la dura reforma laboral italiana de junio de 2012, la ministra Elena Fornero declaraba: "El trabajo ya no es un derecho, debe ser ganado, incluso, a través del sacrificio" En torno al mundo de la técnica, de la sociedad posindustrial y sus problemas, podemos comentar el siguiente documental titulado El trabajo (La noche temática, La 2), del que hemos extraído el siguiente fragmento:
Hoy hay 2.500 millones de trabajadores en el mundo, y entre ellos hay diferencias enormes de salario. Aumentan también las diferencias entre el mundo rural y urbano. El crecimiento descontrolado de las ciudades crea trabajos precarios y marginales.
En los países pobres existen muy malas condiciones laborales, lo que provoca, por una parte, el desplazamiento de muchos trabajadores (una emigración legal o ilegal, que ocupan trabajos malpagados en los países ricos); y por otra parte, el desplazamiento de grandes empresas de los países desarrollados hacia los países en vías de desarrollo (empresas que se aprovechan de los salarios ínfimos y la desprotección laboral). Estas grandes empresas subcontratan su producción con pequeñas empresas del Tercer Mundo, a la vez que utilizan mano de obra infantil (más barata y desprotegida, si cabe). Según las leyes internacionales, está prohibido el trabajo a menores de 15 años. Si el trabajo de los menores ha contribuido siempre al mantenimiento de las familias pobres, su inclusión en la economía de mercado ha generado nuevos y graves abusos.
En el otro extremo, Japón ha representado mucho tiempo el modelo capitalista a seguir. La buena preparación de sus trabajadores les convirtió en unos de los más productivos del mundo. Las empresas japonesas ofrecían seguridad a sus empleados a cambio de lealtad (o dependencia). El sistema japonés de trabajo para toda la vida garantizaba una fuerza de trabajo estable, leal (o sometida) y la paz social. Se penalizaba por otras vías la movilidad, el cambio de empresa. Los trabajadores japoneses llegaban a alcanzar hasta 400 horas más de trabajo al año que los trabajadores de otros países industrializados. Pero esto también tenía su contrapartida: el agotamiento o “muerte por fatiga laboral”. Algo que los jóvenes japoneses de hoy no parecen estar dispuestos a aceptar. Además, los actuales gerentes empresariales japoneses ven caro y poco flexible el sistema anterior.
LA CRISIS DEL TRABAJO.      
En la actualidad, hemos pasado de un sistema de producción en el que la materia prima era tangible, a otro en el que la materia prima es la información y circula por internet o los nuevos medios de comunicación.
     En nombre de la rentabilidad y los beneficios, aumenta el número de despidos en distintos sectores (la agricultura, la industria, la administración...), y no se ven todavía nuevas fuentes de empleo que los sustituyan.
     Las máquinas, la automatización de los procesos productivos, continúan sustituyendo al trabajador, especialmente la que carece de especialización o cualificación.
     Otro factor que está acelerando los cambios en el mundo del trabajo es la Globalización. Los medios de transporte y comunicación más eficientes permiten conectar las economías y recursos de distintas partes del mundo; aunque, generalmente, en beneficio de los países ricos sobre los mercados de los países más pobres.
     Aumentan, a su vez, las personas en demanda de trabajo, mientras parecen disminuir las ofertas. Unas personas tienen demasiado trabajo, y caen en la ansiedad y el estrés; mientras otras tienen insuficiente o ninguno (y caen en la exclusión social). Parece haber dos escenarios futuros: la aparición de nuevas fuentes de trabajo, o una sociedad dividida y en conflicto. La prometida sociedad tecnológica del ocio sigue siendo un sueño. Los afortunados de poseer trabajo cada vez disponen de menos vida personal fuera de él.
      En la actualidad, los métodos que inspiraron el taylorismo y el fordismo, en su intento de robotizar al trabajador, están en desuso. Ahora se afirma que sólo producen absentismo laboral y descenso de productividad. Las nuevas tendencias en el mundo laboral consisten en implicar al trabajador en el proceso productivo, en la toma de decisiones. A diferencia de lo que afirmaba Taylor, se pide al trabajador que piense y participe en el proceso de trabajo; pero también se le demanda una formación continua.
     Otros factores crecientes son la frecuencia de la subcontratación, lo que permite a las empresas reducir costes de personal; o la potenciación de los “trabajadores autónomos”, que permite mayor libertad e independencia, aunque también más aislamiento y desprotección. Esa libertad se traduce muchas veces en libertad de trabajar a todas horas y a destajo.
     El trabajo parece convertirse en una de las grandes religiones de la Historia, pues es lo que cada vez más da sentido a nuestras vidas. Aunque es una religión bastante reciente. El trabajo gobierna nuestras vidas: durante gran parte de ella nos preparamos para el trabajo, otra parte trabajamos sin descanso, y sólo en la vejez alcanzamos la “jubilación”. Nos definimos generalmente por nuestro trabajo; e incluso a los niños les preguntamos qué van a ser de mayor (en qué van a trabajar). Los expertos modernos consideran que para el 2010 o 2020 un 5 o un 10 % de la población producirá los bienes que necesitamos. Y entonces, ¿qué harán los demás?

      Algunas soluciones planteadas a la actual crisis del trabajo son las siguientes:
La economía, el mercado, no debe ser la que oriente unilateralmente la vida social (no toda acción social debe estar basada en la lógica del beneficio o de la competitividad). La redistribución del trabajo, mediante la reducción de la jornada laboral o periodos sabáticos obligatorios. El salario mínimo social (todo ciudadano tendría derecho a un salario mínimo). El derecho a la pereza o al trabajo humanizado (para el hombre, no para la mercancía o el beneficio). La sustitución del modelo de producción capitalista, basado en la lógica del crecimiento indefinido y del beneficio. Producimos tal cantidad de bienes, que podríamos permitirnos trabajar menos, y así trabajar todos y en mejores condiciones.

Para ilustrar estas cuestiones os recomendamos ver algunas de las siguientes películas, de las que os ponemos sus trailers.

El Método Grönholm, de Marcelo Piñeyro (2007).

Recursos humanos de Laurent Cantet (1999).
Los lunes al sol , de Fernando León.

El film Arcadia, de Costa Gavras.

Cuestiones:
- ¿Podrías contar qué experiencias has vivido en el mundo laboral, y cuáles observas que son las tendencias actuales del mercado de trabajo?

12 may 2016

La privatización de la enseñanza pública

        Junto al recorte en la asignación de recursos, un elemento actual muy preocupante en la enseñanza pública es la privatización de su gestión y recursos, una tarea en la que la Comunidad de Madrid ha servido de punta de lanza en nuestro país. En esta Comunidad, no sólo se ceden terrenos públicos para construir colegios privados, sino que también se ceden centros públicos ya construidos para su gestión y beneficio privado. Así, por ejemplo, el ayuntamiento El Álamo de Madrid privatizó un colegio público cediendo, durante los próximos 50 años, su control a una empresa privada sin experiencia educativa alguna, a cambio de un canon. Estas empresas podrán utilizar estas escuelas creadas a cargo de los presupuestos públicos no sólo para la actividad docente regulada, sino también para sus negocios fuera del horario escolar.
Otro caso es el del colegio infantil Platero, del pueblo madrileño de Meco, que, a pesar de las fuertes protestas de los padres, pasó el curso pasado a manos de Eulen, una empresa especializada en servicios de limpieza y seguridad. Esta compañía había ganado un concurso público de la Consejería de Educación presentando una oferta claramente inferior en baremos educativos pero mucho más barata en lo económico, quedando así clara la mercantilización de nuestro sistema educativo (Fuente: El País).

La polémica llegó hasta la Cámara regional madrileña. En ella, la consejera de Educación, Lucía Figar, denunciaba al parlamentario socialista:  "¿Qué me está pidiendo, que prevarique, que manipule la adjudicación de un contrato?"; a la vez que lo justificaba señalando que  la empresa Eulen era la que mejores condiciones presentó entre la oferta económica y la educativa, y pidió al PSOE que pregunten a sus compañeros del exgobierno del "Tripartido en Cataluña o en Castilla-La Mancha donde Eulen también gestiona escuelas infantiles" (Fuente: Diario de Alcalá.es).

Pero este alarmante proceso de mercantilización y privatización de servicios sociales, incluida la educación, no es algo que se haya inventado la presidenta de la Comunidad de Madrid, es, por el contrario, un proceso que ya se lleva desarrollando en otros países europeos, y cuya lógica neoliberal es también aplicada por los gobiernos socialdemócratas, contagiados de esta "neolengua" capitalista empresarial (perdón, "de emprendedores"). Esta fiebre "privatizadora" tiene su apoyo incluso -como ha señalado en un artículo E. J. Díez Guitiérrez- en el mismo Tratado de la Constitución Europea, en el que los servicios públicos, como la educación pasaron a denominarse Servicios Económicos de Interés General, por lo que, al no ser definido explícitamente como un derecho, la responsabilidad de la educación termina diluyéndose entre otros agentes sociales ajenos al Estado.

La escuela como empresa (privada)

¿Qué función cumplen las campañas de descrédito sobre la calidad de lo público? ¿Qué efectos produce en la Educación? ¿Qué medidas se toman? ¿En qué consiste la Mcdonalización de la Escuela Pública? El siguiente trabajo está referido al contexto español, pero sirve para la reflexión en todos los ámbitos.


La introducción de los sistemas y métodos de gestión y funcionamiento de la empresa privada en el ámbito educativo.
( Extraído de Enrique Javier DÍEZ GUTIÉRREZ, "La globalización neoliberal y sus repercusiones en educación").

    Para ello, al igual que en el caso de las estrategias privatizadoras, el proceso comienza también con una campaña mediática de desprestigio de la “calidad” de lo público, culpabilizando de ello especialmente al profesorado. María de Lurdes Rodrigues, la ministra de educación portuguesa, lanzó el mensaje de que el profesorado cobra mucho, trabajaba poco y es absentista. El gran problema, para ella, era la “cultura igualitaria” del colectivo docente, en la que no hay una jerarquía clara y una selección en función de los méritos. En este mismo sentido, el documento de Bases de la Nueva Ley de Educación de Cataluña (LEC) afirmaba: “Es cierto que hay factores exógenos al sistema educativo (...), pero no se pueden ignorar otros factores endógenos (...): un profesorado que no está bien formado ni ‘asimila’ la legislación educativa”.
     En Asturias se exige, como condición para aumentar la retribución del profesorado, que cada uno firme un “cheque en blanco” en el que hay que adherirse a una (desconocida) carrera profesional de la que no se precisan las condiciones laborales que conllevara en el futuro. Este tipo de “carrera docente” ya se implantó en Portugal en 2007. En ella se prolonga la edad y los años de cotización para la jubilación, se prolonga el horario lectivo del profesorado de secundaria y el conjunto del profesorado tiene que estar a disposición de la escuela para hacer sustituciones y desarrollar tareas no docentes, hasta completar las 35 horas laborales, olvidando el tiempo necesario para preparar las clases, corregir los materiales del alumnado, etc.
Pero, sobre todo, se introduce un nuevo modelo de evaluación del desempeño que establece que sólo un tercio del profesorado podrá ascender a los niveles más elevados de la carrera profesional y crea dos categorías: profesorado y profesorado titular. El profesorado titular puntúa al resto del profesorado de “a pie” tras asistir tres veces a sus clases (como en Asturias, los “superiores” evalúan a sus subordinados), teniendo las evaluaciones positivas limitadas a un tercio de aquellos a quienes le corresponde evaluar.
     Los gobiernos del PSOE en Andalucía y Extremadura están promoviendo iniciativas parecidas, con los denominados “planes de calidad”. Estos planes se basan en la diferenciación salarial del profesorado al aumentar las dotaciones económicas a los centros y los incentivos al profesorado que se acogiera a los mismos. De la evaluación de los sucesivos años dependerá que la administración pague o no un complemento de productividad a quienes se comprometan con la reducción del fracaso, es decir, a reducir el número de suspensos.
      ¿Es posible la cooperación entre un profesorado dividido entre quien evalúa y quien es evaluado, sumido en la desconfianza, la competitividad y el sometimiento a los superiores jerárquicos, de los que se espera su evaluación positiva? ¿Este tipo de medidas trasmite confianza o desconfianza respecto a la labor y el prestigio del profesorado? ¿Es posible negociar colectivamente las condiciones laborales cuando se “chantajea” con la firma y el compromiso individual de cada profesor y profesora como condición para recibir la “prima” prometida? ¿No es esto una forma de quebrar la capacidad de lucha colectiva de la clase trabajadora y una forma de dividir y fracturar a los sindicatos? Es el modelo neoliberal que exige un terreno “libre de sindicatos” para implantar su maquinaria.
      Las medidas de la Ministra socialista de Educación portuguesa, que ha resistido doce huelgas sin inmutarse, emulan la misma lucha de Margaret Thatcher en Inglaterra contra los sindicatos mineros o la de Ronald Reagan con los sindicatos de pilotos. Son pulsos contra los sindicatos tratando de quebrar su capacidad de negociación colectiva. Su finalidad es individualizar las negociaciones y fragmentar la lucha social. Es lo que el gobierno socialista de la comunidad asturiana introduce como torpedo en la línea de flotación del movimiento sindical: contratos individualizados, en los que cada profesor o profesora firma un acuerdo individual comprometiéndose a participar en una carrera profesional competitiva y de méritos para recibir un sueldo digno.
      Estas medidas de presión y control sobre el profesorado, de socavamiento de la lucha sindical y colectiva, propias del modelo neoliberal, se ven acompañadas por otras estrategias que introducen la lógica del mercado en el mundo de la educación, especialmente en su forma de organización y gestión. Porque el modelo neoliberal considera que el problema de la ‘calidad’ de la enseñanza se encuentra en la gestión pública (la gestión que del servicio público ‘educación’ hace la titularidad pública), por lo que el ‘modelo’ que propone es el de una gestión privada del servicio público, pero ya no sólo en el sentido de que la gestión pase a manos privadas, sino de tal forma que los titulares públicos aprendan a gestionar como lo hacen los privados, cuya gestión se presenta como modelo de excelencia.
    Gentili denomina a este proceso Mcdonalización: aplicar soluciones de “racionalización” y “gerencialismo” en la escuela pública al estilo de las plantas industriales de fabricación y los McDonald’s. Lo que unifica a los McDonald’s y a la utopía educativa del mundo de los negocios es que, en ambos, la mercancía ofrecida debe ser producida de forma rápida y según ciertas normas rigurosas de control de la eficiencia y de la productividad. Mcdonalizar la escuela, analiza Laval, supone pensarla como una institución flexible que debe reaccionar a los estímulos o señales que emite un mercado altamente competitivo al que debe servir eficientemente en la  preparación de trabajadores y trabajadoras eficaces.
    Es evidente que la educación debe tener conexión con el mercado de trabajo; lo cuestionable es que sólo en función de ello se establezcan sus metas y se evalúe su impacto, como si lo auténticamente crucial de la escuela fuera preparar la mano de obra de los procesos productivos. Se convierte así el proceso educativo en una labor meramente técnica. Se le cercena y se niega el eminente carácter social y ético del acto educativo que implica conflictos de intereses, valores e ideales. Esta mutilación no admite que la comunidad educativa, protagonista del proceso educativo, participe activamente en la escuela, ni que se organice democráticamente.
     La imitación del mundo de la empresa privada tiene como justificación la búsqueda de eficacia. Este tema de la “escuela eficaz” debe relacionarse con la reducción de los gastos educativos, que se ha vuelto una prioridad con la quiebra de la intervención social del Estado. Si ya no se pueden aumentar los recursos a causa de la deseada reducción de los gastos públicos, el esfuerzo prioritario debe dirigirse hacia la administración más racional de los sistemas escolares pasando, como en la industria, a las formas de organización fundadas en la ‘gestión de calidad’. La eficacia gestora y el rendimiento se erigen en normas supremas.
       Para ello se necesitan, lógicamente, gestores y gestoras eficientes. Por eso se cambia el paradigma de entendimiento de la organización educativa, desviando el protagonismo de la comunidad educativa a los directores y directoras eficaces, profesionales de la dirección. El Decreto de Bases de la nueva Ley de Educación de Cataluña establecía que “(...) la Ley caracterizará la función directiva en un sentido profesionalizador y con unas condiciones de trabajo propias y claramente diferenciadas de el resto de personal docente. (…) Las direcciones de los centros dispondrán de un margen de acción relevante para consolidar un equipo profesional suficiente que asegure la gestión del centro, tanto a nivel pedagógico como administrativo y de recursos. (…) La Ley facultará a los centros educativos para definir el perfil del profesorado necesario para poder llevar adelante su proyecto, de tal manera que, en la medida que los profesores se adapten y se identifiquen con el proyecto educativo, se puedan consolidar plantillas”. Un gestor que pueda controlar, manejar y dirigir sus recursos humanos con “libertad”.
      La participación democrática de la comunidad educativa en el funcionamiento y gestión de los centros es sustituida progresivamente por la gestión de corte empresarial y de medición de rendimientos. Para ello es necesario poner al frente de las instituciones educativas a verdaderos gestores encargados de aplicar eficazmente las políticas de modernización, decididas desde arriba y capaces de movilizar y controlar a los docentes en la base. Esta filosofía de la jerarquización directiva, consagrada con la LOCE del PP, se mantiene con la LOE del PSOE. Si antes el director o la directora de un centro era la representación de la comunidad educativa ante la Administración (con la LODE), defendiendo los intereses de la misma y exigiendo el cumplimiento del derecho a la educación por parte de la Administración, ahora los papeles se invierten. La dirección se convierte en representante de la Administración en el centro educativo, ejecutora de sus disposiciones, mandos intermedios de esta nueva estructura jerárquica. Esto implica crear una burocracia cercana y dependiente de la Administración, con un “talante más comprensivo” ante sus medidas y difusora y controladora de sus instrucciones (Díez).
      Parece como si, para la administración central, lo fundamental consistiera en disponer de un “peón” más eficaz y, sobre todo, más ‘leal’ en el control de la base docente de los centros públicos con el fin de llevar a cabo las transformaciones del modelo educativo decididas desde arriba. Se refuerza así el conformismo y la obediencia esperada de los cargos directivos, más que incitarlos a confiar en las iniciativas de la comunidad educativa.
        En este contexto claramente neoliberal se transfiere al mundo educativo incluso el lenguaje economicista y mercantil de la empresa privada. De hecho, la institución escolar ha experimentado una verdadera “transferencia terminológica”, una inflación galopante del léxico de la gestión en la nueva lengua de la escuela: la escuela es redefinida como “empresa educativa”; la pedagogía se convierte en “competencias” y se propone concebir al profesorado como “recursos humanos”. Se introducen términos de esta ‘neolengua’ provenientes directamente del mundo de la empresa: “calidad total”, “sociedad del conocimiento”, “cliente”, “marketing”, “competencia”, “empleabilidad”, “flexibilización”, “excelencia”, etc. Se desintegra la formación del profesorado. En Castilla y León los centros de formación de profesorado están desapareciendo bajo la fórmula de la reagrupación en zonas rurales. Por su parte, en Andalucía, desde el año 2000, no superan los cinco centros entre las ocho provincias. Para este nuevo curso en la Comunidad Valenciana no aparece la convocatoria de las licencias para estudios que favorecen la formación continua del profesorado. En Madrid, desde junio, ha comenzado una campaña para evitar el posible cierre de 23 de los 28 centros existentes.
       Parece claro que lo que sí han conseguido estas medidas privatizadoras es transferir la responsabilidad (que ya no es colectiva, sino individual) a los propios “clientes”, dado que son quienes eligen. Las consecuencias de la elección deben asumirse individualmente (responsabilidad individual) liberando a la educación de su carácter de ‘bien público o común’ evitando así el control público (político) sobre ella.
        Se quiere así convertir la enseñanza en un asunto privado de consumidores y consumidoras que eligen según sus intereses. Esto supone un replanteamiento total del papel de la educación en la sociedad.
Bajo este enfoque lo que se hace, de hecho, es separar la educación de la esfera pública, regida por la autoridad política, para confiarla al mercado. En el mercado, cada cual, tanto ofertante como demandante, se regula por su cuenta, en función de su fuerza y sus posibilidades. La educación pasa así a ser un elemento de consumo individual. Se trata, en definitiva, de negar su condición de derecho social y transformarla en una posibilidad de consumo individual, variable según el mérito y la capacidad de los consumidores y las consumidoras. El sistema escolar pasa así del ámbito prioritario de los valores culturales y educativos a la lógica urgente del valor económico.
       Este replanteamiento se asienta sobre una suposición básica: la educación, como cualquier otro producto que se compra y vende, es una mercancía con la que aseguramos que los niños y las niñas (en algunos casos) de nuestra propia familia o grupo tengan la mejor posibilidad de salir adelante en la lucha despiadada y competitiva de cada uno contra todos en el sistema de darwinismo social del mercado. Y a “los míos” les compro las mejores oportunidades para que puedan competir con ventaja.
      Lejos de ser un derecho del que gozan todas las personas, dada su condición de ciudadanas, la educación debe ser establecida como una oportunidad que a las personas emprendedoras, a las consumidoras “responsables”, se les presenta en la esfera de un mercado flexible y dinámico (el mercado escolar). La ciudadanía, siempre preocupada por lograr mayores cotas de justicia social e igualdad de oportunidades queda desplazada por los consumidores y consumidoras para quienes sólo rigen las leyes del mercado: su preocupación es tener libertad para elegir y competir.
Por eso, la aparición casi simultánea de reformas educativas similares en distintos continentes, a pesar de materializarse en tiempos, lugares y formas diferentes, ha llevado a muchos autores y autoras a sugerir que las reestructuraciones actuales de la educación, que siguen las directrices de los organismos internacionales, han de entenderse como un fenómeno global y coherente con la ofensiva neoliberal que se vive en todos los campos y todos los frentes.
       La tesis central que se viene a concluir es que no solo se está en un proceso privatizador a escala mundial abriendo la educación a los mercados y rompiendo la concepción de la educación como un derecho social que ha de ser protegido por el Estado, sino que se está adecuando la misma educación a los principios y prácticas del mercado. Lo sorprendente es que esta dinámica neoliberal se ha configurado como “sentido común” tan poderoso que ha sido capaz incluso de redefinir los límites de la discusión.
          La consecuencia final es que los discursos de la equidad van siendo marginados, a medida que los discursos de la eficacia van colonizando el sentido común de las administraciones, de los y las profesionales y de las propias familias y estudiantes. El imperativo y la lógica económica se imponen a las políticas pedagógicas comprensivas y de equidad. Ha triunfado parcialmente en alterar el significado mismo de lo que implica tener un objetivo social de equidad (Hall).
        De tal forma que la discusión, en el terreno educativo, ya no se centra en cómo desarrollar un currículum emancipador basado en un desarrollo vital de nuestro alumnado que le garantice una ciudadanía plena, una participación real en la construcción de una sociedad más justa, sino en un currículum selectivo en función del mercado de trabajo con el fin de incrementar la competitividad internacional, la ganancia. Así se ha visto en la negociación del Pacto Educativo en España en 2010. La propuesta ministerial ha reforzado el modelo privado concertado existente, mayoritariamente confesional y selectivo, al considerarlo como parte del servicio público educativo, pues integra sin más a los centros privados concertados en el "Servicio Público de Educación". De esta forma equipara la escuela privada concertada con la de titularidad pública y eso significa una renuncia y un retroceso en la defensa del modelo público como pilar fundamental del sistema educativo. Se perpetúa el sistema de conciertos, renunciando además a la supeditación de lo privado a la planificación pública. Se abre la puerta a la presencia de las empresas en la universidad y en la Formación Profesional. En este último caso se adorna con un discurso de la necesidad de conexión con la sociedad y se permite la utilización de unos medios públicos en la investigación que pagarán y por lo tanto determinarán las grandes empresas.
          El problema de fondo es que el neoliberalismo ha provocado una sorprendente inversión ideológica de valores: el aura que solía conceder valor al bienestar de la población (esto es, el valor del bien común), se adhiere ahora a todo aquello que sea privado (o pueda ser privatizado). Allí donde la justicia y la necesidad social era la piedra angular de la discusión, ahora las cuestiones de la rentabilidad, la propiedad privada, el interés individual, la libre competencia, se han convertido en los términos, no sólo del debate político, sino también del pensamiento y el lenguaje de la reflexión cotidiana.
         Este desplazamiento de filosofías y “sentido común” es lo que explica que un buen porcentaje de personas pertenecientes a las nuevas clases medias ya no se preocupen tanto de la política social y educativa justa y redistributiva, ni de la democratización de la educación. Su obsesión es que, en las instituciones escolares, sus hijos e hijas tengan buenas calificaciones y avancen sin repeticiones de curso y, a ser posible, que les confieran competencias canjeables en el mercado por buenos puestos laborales.
         Por eso el fin de la educación está siendo transformado. La educación ya no se considera una forma de ampliar las oportunidades educativas, desarrollar programas de educación intercultural, mejorar las oportunidades de vida de las mujeres, de las personas de minorías, de la clase trabajadora, sino, más bien, organizar la educación con el fin de incrementar la competitividad internacional, de ser rentable en la formación de los futuros recursos humanos. Y los partidos socialdemócratas también han aceptado estas reglas de juego, han limitado el campo de discusión a los estrechos límites del contexto neoliberal. Por lo que los discursos políticos, tanto conservadores como socialdemócratas, están atrapados en este pensamiento único que se impone e impone prácticas coherentes con este modelo.

CUESTIONES:
- Tras leer el texto anterior, ¿podrías indicar cuáles son los métodos de gestión y funcionamiento introducidos en el ámbito educativo a partir del modelo de la empresa privada? ¿Cuáles serían los métodos y estrategias alternativos a este modelo?

Trabajo y Derecho a la pereza

La educación al servicio del mercado de trabajo

Intentar conectar la educación con el mundo del trabajo, como han intentado distintas pedagogías ligadas al movimiento obrero, no es lo mismo que ligar la educación con el "mercado de trabajo" o con el empleo. No debemos confundir trabajo con empleo renumerado, ni con la sociedad salarial, que son meras formas históricas de esta actividad necesaria que hemos llamado trabajo (Paco Puche, Decrecimiento y ocio, 2010). Además, la actividad laboral debería ser productiva, pero también autorrealizadora y socializante.

Nuestro modo de vida capitalista no solo secuestra nuestro tiempo de vida en un trabajo en muchas ocasiones alienante, sino que también existe un capitalismo cultural que ocupa nuestros cerebros con contenidos prefabricados, dentro de unos medios de comunicación y productos de entretenimiento en los que ha ido aumentando su concentración oligopólica en unas pocas grandes empresas. Nos invitan a trabajar sin descanso y a divertirnos sin parar, convirtiéndonos en consumidores siempre insatisfechos.
Pero nos faltan otros tiempos para la vida: para el pensamiento, para deliberar, discutir y fomentar el asamblearismo local, para nuestros afectos, para el juego, para gozar de la naturaleza, para la belleza y el conocimiento, para la rebelión y la disidencia...

Señalaba Lafargue en su Derecho a la pereza que la obsesión por el trabajo en la sociedad capitalista sólo nos precipitaba "a las crisis industriales de superproducción que convulsionan el organismo social". Algo así ha pasado en España, afanándonos en construir y construir viviendas que ahora nadie habita y que han arruinado a sus promotores. "El sobretrabajo realizado durante el periodo de la pretendida prosperidad -añadía Lafargue- es la causa de la miseria presente... En lugar de aprovechar los momentos de crisis para una distribución general de los productos y un regocijo universal, los obreros, reventando de hambre, van a dar cabezazos a la puerta del taller". La máquina se convierte en instrumento de servidumbre, su productividad nos empobrece. El obrero debe competir con la máquina, redoblando su ardor.
Quizás hoy deberíamos también lanzar esta plegaria de Lafargue:
¡Oh, Pereza, ten piedad de nuestra larga miseria! ¡Oh, Pereza, madre de las artes y de las nobles virtudes, sé el bálsamo de las angustias humanas!

Kropotkin, por otro lado, afirmaba:
“El exceso de trabajo repugna a la naturaleza humana, pero no el trabajo. El exceso de trabajo para proveer a una minoría los lujos, pero no el trabajo que origina el bienestar de todos. El trabajo, la labor, es una necesidad psicológica; la necesidad de gastar la energía física acumulada; una necesidad que es en sí la salud y la vida. Si tantas clases de trabajo útil son hechas ahora de mala gana, es únicamente porque imponen un exceso de trabajo o no están bien organizadas. Nosotros sabemos -el viejo Franklin lo sabía también-, que cuatro horas de trabajo útil por día son más que suficientes para que todo el mundo pueda gozar del bienestar de una casa, de una familia verdaderamente acomodada de la clase media, si todos nosotros nos dedicáramos a un trabajo productivo y no derrochásemos nuestras fuerzas productivas, como hacemos ahora. En cuanto a la cándida cuestión que desde unos cincuenta años se viene sosteniendo de ¿quién hará el trabajo desagradable?, yo lamento francamente que ninguno de nuestros sabios se haya visto obligado a hacerlo, aunque fuera tan solo por un día. Si hay todavía trabajo que es desagradable en sí, es únicamente porque nuestros científicos no han querido pensar en los medios para hacerlo menos desagradable; han sabido siempre que había una multitud de hambrientos que harían aquellos trabajos por unos cuantos céntimos al día”
 CUESTIONES:
- Comenta el texto de Kroptokin. Señala la idea central, analiza con detalle su contenido y haz tu valoración personal

Estrategias de la UE para la educación hacia el 2020

Conclusiones del Consejo Europeo, de 12 de mayo de 2009, sobre un marco estratégico para la cooperación europea en el ámbito de la educación y la formación (ET 2020) [Diario Oficial C 119 de 28.5.2009]. Pinchar aquí.

Estas conclusiones constituyen un marco estratégico para la cooperación europea en el ámbito de la educación y la formación hasta 2020. Dicho marco se basa en los logros del programa de trabajo “Educación y Formación 2010” (ET 2010), y tiene como objetivo responder a los retos pendientes para crear una Europa basada en el conocimiento y hacer del aprendizaje permanente una realidad para todos.

Convenientemente aderezado con llamamientos a la educación cívica,  inclusiva y la cohesión social, la propuesta de la Unión Europea deja en algunos puntos claro su modelo de gestión empresarial, neoliberal, de la escuela (las negritas son nuestras):

Una inversión eficiente en capital humano, mediante los sistemas de educación y formación, es un elemento esencial de la estrategia europea destinada a alcanzar los altos niveles de crecimiento y empleo, viables y basados en el conocimiento, que constituyen el núcleo de la Estrategia de Lisboa, al tiempo que se fomenta la realización personal, la cohesión social y la ciudadanía activa.
Para ello, establece cuatro objetivos estratégicos (que se detallan más adelante):
1)
hacer realidad el aprendizaje permanente y la movilidad;
2)
mejorar la calidad y la eficacia de la educación y la formación;
3)
promover la equidad, la cohesión social y la ciudadanía activa;
4)
incrementar la creatividad y la innovación, incluido el espíritu empresarial, en todos los niveles de la educación y la formación.

Respecto al último punto, señala que:
 La creatividad y la innovación son decisivas para el desarrollo empresarial y para la capacidad de Europa de competir en el ámbito internacional. El primer desafío consiste en fomentar la adquisición por todos los ciudadanos de las competencias clave transversales, como la competencia digital, la capacidad de aprender a aprender, el sentido de la iniciativa y el carácter emprendedor y la conciencia cultural. Un segundo desafío consiste en garantizar un triángulo del conocimiento —educación, investigación e innovación— plenamente operativo. La asociación entre el mundo empresarial y diferentes niveles y sectores de la educación, la formación y la investigación puede ayudar a que los esfuerzos se centren en las aptitudes y las competencias necesarias en el mercado de trabajo, así como a impulsar la innovación y el espíritu empresarial en todas las modalidades de aprendizaje.

La manipulación del lenguaje en torno a la gestión empresarial de la escuela

Competitividad, libertad de elección, autonomía de los centros, empleabilidad, diversidad de talentos... Bajo estos términos se esconde con frecuencia estrategias que intentan vender un concepto puramente mercantilista de la educación. Cuando hablan de libertad, autonomía y excelencia quieren decir privilegio, recentralización y exclusión. A continuación os dejo con un interesante artículo publicado recientemente sobre este tema en la Revista de Pedagogía.


 Bajo la hegemonía de la corriente neoliberal, se asumen los postulados neocon y las demandas de la jerarquía católica –viejos aliados en el nacionalcatolicismo franquista– y se hace de las evaluaciones externas el procedimiento indiscutible para el establecimiento de unos rankings que favorecen la clasificación de "los productos", sean estos estudiantes o centros.
¿Cómo es posible que gran parte de la ciudadanía –incluidos muchos docentes– acabe dando por buenos estos postulados? ¿Cómo es posible que la percepción social de lo que se espera de la educación esté tan alejada de nuestra propia experiencia biográfica y de lo que deseamos para nuestras hijas e hijos? La colonización de las conciencias cuenta con un arma poderosísima: la manipulación del discurso, la perversión de las palabras. Urge desenmascarar esta estrategia.
Guadalupe Jover y Cecilia Salazar-Alonso, La manipulación del lenguaje, Revista de Pedagogía, nº 452, enero 2015. (Pinchando en el título de este artículo puedes leerlo entero).

Por la defensa de la autonomía de los trabajadores

En diciembre de 2008, surgió en Francia un grupo organizado, El llamado de los llamados ( L’Appel des Appels), que convocó a resistir esta ofensiva contra la autonomía de los trabajos y oficios, públicos o privados, a través de técnicas de "evaluación" que, antes que valorar o ayudar a mejorar, parecen diseñadas para controlar y disciplinar. Esta autonomía en los distintos campos profesionales permite, sin contradicción con su carácter de servicio público o su conexión con las necesidades colectivas democráticamente debatidas, evitar el discurso único o el predominio del campo político o económico sobre el resto de esferas sociales.
Así se definió este movimiento:
Nosotros, profesionales de la salud, del trabajo social, de la educación, de la justicia, de la información y de la cultura, llamamos la atención de los poderes públicos y de la opinión sobre las desastrosas consecuencias sociales de las reformas implantadas apresuradamente en estos últimos tiempos […]
El poder deshace y recompone nuestros oficios y nuestras misiones exponiendo cada vez más a los profesionales y a los usuarios a las leyes naturales del mercado. Esta ideología se ha revelado catastrófica incluso en el mismo ambiente de negocios de donde provino.
Sobre esa base, El llamado de los llamados lanzó entonces un nuevo documento con el título de Manifiesto-Política de los oficios, que ha circulado con amplitud en Francia y en otros países.*
Una nueva barbarie está ya entre nosotros, dentro de los muros de la ciudad. Por nueva barbarie entendemos la de los expertos, de los evaluadores, de los mánagers que implantan dispositivos de disciplina y de sujeción de todos los asalariados en la empresa privada y en el empleo público, en todos los oficios, aplicando sin distingos los mismos esquemas simplistas de control de todas las actividades, sociales o no, según y conforme las lógicas comercial y financiera.
La evaluación es una consigna; o mejor, es un grito de guerra, el grito de la sumisión de todos cuantos todavía no estaban suficientemente sometidos. La crisis financiera, lejos de detener la dinámica de los dispositivos de control de las existencias, la acelera. En nombre de los sacrificios que es preciso aceptar, la disciplinarización del trabajo se acentúa y acelera. […]
Los evaluadores, ante todo en el terreno de las altas finanzas, no tienen que rendir cuentas a nadie, sino que son ellos quienes las exigen a los demás. En este sentido la evaluación es una relación de poder: los evaluados son los gobernados, jamás los verdaderos gobernantes. […]

Someter a los profesionales a la única ley de la rentabilidad medida en cifras, incluso si para ello es preciso inventar sustitutos de ganancias en aquellos campos donde la noción de ganancia no tiene sentido alguno (salud, educación, justicia, policía…), es tratar de construir una sociedad homogénea, que funcione en todas sus partes según una lógica única, la lógica de la cosificación generalizada. Es el trayecto más corto para hacer dinero, para convertir todo en dinero, para trasformar en dinero cada cosa. Es querer trasformar a los seres humanos en cosas mensuradas, cuantificadas, clasificadas, estandarizadas. Es convertir a la lógica del mercado en el único modo de pensar posible, la única manera en la cual pueden presentarse los seres humanos y sus actividades pueden aparecer y ser admitidas en el mundo. […]
Evaluar sin saber, haciendo funcionar procedimientos automáticos, es el ideal: un formalismo generalizado, automatizado, anónimo, ciego e ininterrumpido. La nueva administración funciona como una máquina social que impone al trabajo vivo someterse a sus imperativos, a sus ritmos, a su presión, con un nuevo agregado: esta maquinaria no se refiere solamente a la sumisión de los músculos y los nervios, el adiestramiento de los cuerpos por procesos mecánicos como en los tiempos de la taylorización, sino que ahora exige la sumisión de las almas a través de procesos de culpabilización. Someterse a la evaluación es someterse completamente, cuerpo y alma. Esto es lo esencial. […]

Para que todo esto funcione, agrega el documento, es preciso que los sujetos acepten someterse a un sistema de evaluación que sea al mismo tiempo un sistema de comparación. Deben aceptar entrar en la comparación, en la separación entre excelentes y no-excelentes y, entonces, en el relegamiento o la eliminación de aquellos de los cuales hay que deshacerse.
“La evaluación –concluye– es un medio de descarte de los que se desvían de la norma, de los inconformes, enviados directamente ante el responsable de recursos humanos. La evaluación sirve para deshacerse socialmente de aquellos que, supuestamente, no cumplen con la norma, según un método que es preciso llamar eugenesia económica al servicio de la lógica del mercado.”

6 may 2016

Sobre ETTs, despidos y trabajadores que trabajan contra otros trabajadores.

      Las ETT son empresas que contratan ellas mismas a trabajadores en paro para vender su fuerza de trabajo a una segunda empresa. Por tanto, la relación contractual del trabajador se da siempre con la ETT y no con la empresa receptora en la que desempeña el trabajo. Esto constituye un auténtico fangal jurídico, y hace difícil la identificiación técnica del empleador, lo que hace a su vez difícil el ejercicio de la presión colectiva de los trabajadores y trabajadoras para mejorar sus condiciones de trabajo, o al menos hacerlas dignas.
      Manpower, líder mundial en el sector del trabajo temporal es, al día de hoy, la empresa estadounidense con mayor número de empleados, cerca de 700.000. Es significativo que haya desplazado de esa posición a IBM y General Motors, empresas de corte tradicional que mantenían con sus trabajadores una suerte de "contrato social". "En nuestro país, la historia de las empresas de trabajo temporal (ETT) se remonta a 1994 cuando el gobierno , con la connivencia de los dos sindicatos mayoritarios, legalizó una práctica que antes estaba terminantemente prohibida por el Estatuto del Trabajador de 1980. En los cinco primeros años, el crecimiento de las ETT llegó a ser del 61%, un porcentaje que sólo superaron los mercados tecnológicas. Gracias a la contratación temporal directa que ofrecían a los empresarios, las ETT triunfaban recurriendo a precios de fuerza de trabajo muy "competitivos". El sueldo de estos trabajadores temporales no era establecido según el convenio del sector ni del convenio colectivo de dada empresa.

PARA SABER MÁS: "Guía sobre las ETT".

Título original: Pecera. Dirección: Carlos Bouvier. España, 2011.
Duración: 12 minutos. Guión: Carlos Bouvier. Producción: Carlos Bouvier. Dirección de Arte: Carlos de la Cuerda. Fotografía: Eduardo Helguera. Montaje: Óscar Morillas. Sonido: Arturo Fernández. Música: Terry Riley. Intérpretes: Gema Zelarayán, Gema Santoyo, Camila Bertone, Javier Mejía.

Sinopsis: Lola, la directora de una sucursal de trabajo temporal, recibe la llamada de su superior para decirle que los despidos improcedentes se están disparando con el consiguiente gasto en indemnizaciones para la empresa. Así que, o se ataja esta situación, o la sucursal de Lola tendrá que cerrar. 
Se trata de un cortometraje reivindicativo cuyo título alude a las oficinas de grandes cristaleras. Este interesante guión juega con dos tiempos distintos, uno inserto dentro del otro, lo que favorece lo sorpresivo del final. El diálogo se basa en la falsedad del lenguaje y en el disfrazar las verdades. La música martilleante ayuda a crear la atmósfera de opresión propia de la situación expuesta. Dedicado a los trabajadores que se dedican a robar el trabajo a otros trabajadores, el corto plantea el deseo desmedido de beneficios por parte del empresario y el proceso de deshumanización que vivimos.


Carlos Bouvier explica los antecedentes de Pecera
http://cdn1.nodo50.org/cdn/info.nodo50.org/IMG/mp4/pecera.director.mp4 

Mas información
Blog Laboro: análisis del corto y consejos si te ves en una situación similar. 

Otro film que trata el tema de los despidos es Up in the air (2009), dirigida por Jason Reitman y co-escrita por Reitman en compañía de Sheldon Turner. Se trata de una adaptación cinematográfica de la novela homónima de Walter Kirn, publicada en 2001. Ryan Bringhman (George Clooney) es la estrella de una empresa que es contratada por otras para despedir a sus empleados. Por ello, pasa sus días viajando en avión y considera los aeropuertos su verdadera casa. No ve prácticamente a su familia y no cree en las relaciones de pareja estables. Pero, cuando una joven compañera de trabajo, Natalie Keener (Anna Kendrick) propone un nuevo modo de despido en el que no hace falta viajar, todo se complica y Ryan se opone. Entonces, su jefe toma una decisión: Ryan tiene dos meses para demostrar que, pese a los gastos, la empresa debe continuar con los viajes, llevando consigo a su nueva compañera..
A continuación os dejamos algunas escenas:


 CUESTIONES:
- ¿En qué consiste una Empresa de Trabajo Temporal? ¿Cómo funcionan?
- Si conoces o has tenido una experiencia similar, déjanos tu comentario. 

5 may 2016

Alternativa a la crisis: Decrecimiento

En la actualidad constantemente se nos anuncia que la salida a la actual crisis económica vendrá de la reactivación del crecimiento económico, pues éste conducirá a la creación de puestos de trabajo y a la consiguiente reducción del paro. La teoría y el activismo social que se ha ido desarrollando en torno a la noción de decrecimiento trata de problematizar las supuestas bondades "naturales" de este modelo de crecimiento económico. Ni el crecimiento económico, especialmente en su modelo capitalista, se puede identificar con la creación de empleo, ni genera de manera necesaria más cohesión social. Sin olvidar que ese mismo modelo de crecimiento, que ahora se presenta como solución a la crisis , es una de sus principales causas; un modelo que además se ha caracterizado también por las agresiones medioambientales, el incremento de las diferencias Norte-Sur, o el desarrollo de un modo de vida esclavo ligado al consumismo.
 Los partidarios del decrecimiento proponen una disminución del consumo y la producción controlada y racional, permitiendo respetar el clima, los ecosistemas y los propios seres humanos. Esta transición se realizaría mediante la aplicación de principios más adecuados a una situación de recursos limitados: escala reducida, relocalización, eficiencia, cooperación, autoproducción (e intercambio), durabilidad y sobriedad. En definitiva, y tomando asimismo como base la simplicidad voluntaria, buscan reconsiderar los conceptos de poder adquisitivo y nivel de vida. (Fuente: wikipedia)

Os recomiendo una interesante lectura sobre el tema del decrecimiento que podéis incluir en vuestro trabajo para el segundo trimestre:
Carlos Taibo, El decrecimiento explicado con sencillez, Madrid, La Catarata, 2011.


En este libro su autor relata una historia ya conocida sobre lo que puede ser el modo de vida esclavo ligado al crecimiento por el crecimiento.
En un pequeño pueblo de la costa mexicana, un norteamericano se acerca a un pescador medio adormilado y le pregunta: "¿Por qué no dedica usted más tiempo a pescar?". El mexicano responde que su trabajo cotidiano le permite atender de manera suficiente a las necesidades de su familia. El norteamericano pregunta entonces: "¿Qué hace usted el resto del tiempo?". "Me levanto tarde, pesco un poco, juego con mis hijos, echo la siesta con mi mujer, por la tarde quedo con mis amigos. Bebemos vino y tocamos la guitarra. Tengo una vida plena." El norteamericano lo interrumpe: "Siga mi consejo: dedique más tiempo a la pesca. Con los beneficios podrá comprar un barco más grande y abrir su propia factoría. Se trasladará a la Ciudad de México, y luego a Nueva York, desde donde dirigirá sus negocios". "¿Y después?", pregunta el mexicano. "Después su empresa cotizará en bolsa y usted ganará mucho dinero." "¿Y después?", replica el pescador. "Después podrá jubilarse, vivir en un pequeño pueblo de la costa, levantarse tarde, jugar con sus hijos, pescar un poco, echar la siesta con su mujer y pasar la tarde con los amigos, bebiendo vino y tocando la guitarra..."


Para introduciros en el tema os dejo una entrevista a su autor, el profesor de Ciencias Políticas Carlos Taibo:

 

CUESTIONES:
- ¿Qué opinas acerca de las propuestas de los defensores del decrecimiento? ¿Crees que puede ser una alternativa ética y política frente a la actual crisis?
 - ¿Cómo podrías desarrollar en tu entorno algunas de las medidas e iniciativas a favor del decrecimiento?

La filosofía: "jugar en serio"

 Platón considera la actividad filosófica como "jugar en serio": tomar en serio cuestiones que generalmente ignoramos (o que consi...