Al menos desde que Esquilo escribió “Los persas” –la pieza de literatura dramática más antigua que conservamos; una ficción sobre un acontecimiento histórico a la vez que un discurso moral sobre los límites del ser humano-, el teatro ha sido un lugar para la memoria y el pensamiento. El teatro ha puesto en espacio, ante la asamblea de espectadores, ideas, controversias y paradojas; también ha contribuido a levantar o derruir imágenes del pasado, o incluso a discutir la naturaleza misma de esas imágenes. El teatro no puede no interesar a la filosofía. En particular, no puede ser ignorado por una filosofía que tenga la memoria y el olvido entre sus primeros motivos de meditación. Recíprocamente, el teatro es más rico cuando es infectado por las preguntas a que atienden los filósofos y cuando se deja sacudir en sus fundamentos, objetivos y estrategias por la inteligencia crítica. “Memoria y pensamiento en el teatro contemporáneo” aspira, modestamente, a abrir un lugar y un tiempo de encuentro en que filosofía y teatro –probablemente de forma conflictiva, como es propio de dos ámbitos que nacen y viven del conflicto- se conozcan y se interroguen. Que la filosofía desafíe al teatro, que el teatro desafíe a la filosofía, ése es el objetivo último de esta propuesta.
Juan Mayorga, Presentación al Seminario "Memoria y pensamiento en el teatro contemporáneo"
(CCHS, 23/11/ 2010).
"Y hay que leer teatro (en la escuela). Suele decirse que el teatro es difícil de leer. En todo caso, resulta menos difícil hacerlo en grupo, con un lector por personaje y otro que se encargue de las acotaciones. El teatro pide, de forma natural, leer a varias voces: leer en comunidad. (...)Lo ideal, desde luego, es leer teatro para luego ponerlo en escena, a lo que tampoco la escuela debería renunciar. (...) (La lectura de un texto teatral ayuda) a reflexionar no sólo sobre el significado de las palabras, sino también sobre el contexto en que vive el personaje que las pronuncia, sobre sus relaciones con los demás personajes (...). El lector-actor ha de ponerse en lugar de otro, haciéndose cargo de sus ideas y prejuicios, de sus sueños y pesadillas, de sus heridas y esperanzas. Por esa capacidad que tiene de hacernos pensar en otros y en lo que nos acerca y nos separa de ellos, el teatro es un espacio para la crítica y la utopía: un espacio para el examen de nuestras vidas y para la imaginación de otras vidas posibles".
Juan Mayorga, "Mi padre lee en voz alta".
EL CARTÓGRAFO. Juan Mayorga.
(Adaptación).
Interior
del gueto judío en Varsovia (establecido por la Alemania de Hitler
desde el otoño 1940 a 1943, año en el que tuvo lugar el único gran
levantamiento en armas por parte de la población judía en la época
nazi). Una niña judía intenta ayudar a su abuelo, un cartógrafo inválido a dibujar un mapa del gueto.
(El anciano y la niña miran un dibujo).
Anciano- Falta algo.
Niña- ¿?
Anciano- Tenemos el camino de la niña. Tenemos el camino del lobo. ¿Y el camino del cazador?
Niña- ¿?
Anciano- El cazador, ¿cae del cielo para salvar a la niña?
Niña- No, claro.
Anciano- ... Cuando acabes, vas a hacerme “El gato con botas”. ¿Recuerdas cómo empieza?
Niña- Mi padre me está esperando.
Anciano- Pues vete, si tu padre te está esperando. Adiós.
Niña- ... Adiós.
Niña- ...
Anciano- Mira en el cajón de los lápices. ¿Ves una llave?
Niña- Sí.
Anciano- Aquel armarito, ábrelo.
Niña- No abre.
Anciano- Prueba otra vez.
Niña- Ya.
Anciano- Debajo de esa caja tiene que haber dos carpetas. Una roja y una blanca. Acércame la roja.
Niña- ...
Anciano- Ábrela.
Niña- ...
Anciano- Mira esta maravilla. ¿No sientes que estás allí, en plena batalla de Waterloo?
(El anciano despliega un mapa)
Niña- Sí.
Anciano- No
lo cojas con tanto respeto. No son originales, nunca he tenido para
originales. El original de éste lo dibujó Ibrahim al Mursí ¡sobre piel
de gacela!
Niña- Éste parece un cuadro.
Anciano-
Como que lo dibujó Durero. ¿Qué es un mapa, ciencia o arte? Mapa
egipcio del más allá. Lo dejaban en el sarcófago, para orientarse en el
reino de los muertos. Hasta que los dibujamos, los lugares dan miedo.
Cuando hemos dibujado un lugar y el camino que lleva hasta él, sólo
entonces nos sentimos dueños del lugar. Éste es el mundo que Colón
llevaba en la cabeza cuando creía navegar hacia la India. Este mapa es
de sólo unos años más tarde, pero representa un mundo completamente
distinto. Con esta raya, Castilla y Portugal se dividieron el mundo.
Niña- Éste es como de niños.
Anciano- Y que lo digas. Mezcla tiburones con sirenas. Tigres con ángeles. Lee aquí.
Niña- ¿Paraíso?
Anciano-
Dibujado con toda precisión. Mapas como éste no dicen mucho sobre el
mundo, pero lo dicen todo sobre el mundo para el que fueron dibujados.
En un mapa siempre hay más de lo que su autor creyó poner. Los sueños y
las pesadillas de su época, cómo veía su época el mundo. En cada mapa
está el mundo.
Niña- Mapa
de Halley de corrientes de aire... Mapa del Pacífico de barcos
hundidos... Portulano de Esmirna... Comunidades de exiliados de la
Revolución Francesa... Mapa del cielo de Galileo... ¿Hay algún orden?
Anciano- Por supuesto.
Niña- ... ¡Qué bonito!
Anciano-
Es algo más que bonito. De mapas como éste dependían vidas y muertes.
De mapas como éste dependía el éxito de un viaje, el triunfo en una
batalla. Los cartógrafos pagaban sus errores con la vida. Mapa español
de Lepanto. No está hecho para orientar a las naves españolas, sino para
confundir a las turcas. Dejarse robar mapas falsos, eso se hace desde
Roma.
Niña- ¿Y esto? ¿Un trozo de Francia? ¿Qué tiene de especial?
Anciano-
Nunca antes se había hecho un mapa con este detalle. Cuatro
generaciones de la familia Cassini trabajaron en él durante un siglo.
Cubrieron Francia con una red de cuatrocientos triángulos, y no tenían
los aparatos que hoy tenemos. Sus armas eran los ojos y las matemáticas.
Y una nación que los empujaba. Los franceses fueron los primeros en
entenderlo: Francia es el mapa de Francia.
Niña- ¿Francia es el mapa de Francia?
Anciano-
El mapa hace que exista Francia. Que desaparezcan las diferencias, que
se vea Francia como un todo. En la escuela, colgada de la pared, Francia
en un solo color, para que el niño aprenda de quién es súbdito. Este
mapa es un triunfo de la razón y del rey.
Niña- ¿?
Anciano-
El mapa hace visibles unas cosas y oculta otras. Los mapas cubren y
descubren, dan forma y deforman. Si un cartógrafo te dice que es
neutral, desconfía de él. Si te dice que es neutral, ya sabes de qué
lado está. Un mapa siempre toma partido. ¿Por qué en Versalles, después
del rey, el hombre más importante era su cartógrafo? ¿Por qué
Rupelmonde, todos ellos fueron peligrosos, y todos ellos vivieron en
peligro. En este mapa, el centro del mundo es Atenas; en éste lo es
Jerusalén. Estos dos representan el mismo lugar, pero fíjate: los checos
lo llaman Terezin; los alemanes, Theresiendstadt. El México que
encontró Cortés según lo veían los indígenas; los españoles lo veían
así.
Primer mapa de la India. La India es un invento de los cartógrafos
ingleses. Es un mapa militar: lo que importa son los puntos estratégicos
para someter el territorio. En este viejo mapa, América aparece
despoblada, como pidiendo que los blancos la ocupen. África: leones,
chimpancés... ¿Y los hombres? Este mapa de lenguas, éste de credos, éste
de razas, son armas contra otros mapas, preparan ataques que borrarán
fronteras. Por eso, en la mesa de los poderosos siempre hay mapas. Mapas
que exhiben para asustar y mapas secretos que jamás muestran. Mapas
nuevos llenos de delirios y mapas viejos que empuñarán para llamar a la
guerra. ¡Cuántas catástrofes han comenzado en un mapa! Buenos tiempos
para el cartógrafo, tiempos difíciles para la humanidad.
Niña- Cuatrocientos triángulos. ¡Y sin aparatos!
Anciano-
Los aparatos te ayudarán, pero nada sustituye a un ojo que sepa mirar.
La mayor virtud de los Cassini, la fuerza de un cartógrafo, es esa
capacidad para mirar y elegir lo esencial. Mirar, escoger, representar:
ésos son los secretos del cartógrafo. Miles de datos han de reunirse en
unos pocos signos que den a ver relaciones de fuerza, frentes,
rupturas... Con unos trazos, el cartógrafo hace ver grandes migraciones,
ejércitos que chocan, mundos que mueren y mundos que nacen.
(...)
Anciano-
Si me pasase algo, ya sabes dónde están. Van a ser tuyos, ya he hablado
con tu padre sobre ello. También éstos de las paredes. A tu abuela no
le gustaba verlos ahí, entre los retratos familiares, pero para mí son
parte de la familia. Varsovia 1874, cuando se introdujo la numeración de
las casas. No lo hicieron para facilitar el trabajo al cartero, fue
para tener localizada a la gente. Mapa de la primera partición de
Polonia, en 1772. Mapa de los repartos de 1793 y 1795. Mapa de la lengua
alemana de 1932. Mapa del tratado de amistad entre Hitler y Stalin de
28 de septiembre de 1939. ¿Cómo puede nadie asombrarse de lo que está
pasando? Todo lo que está ocurriendo se anunciaba en esos mapas. Al
mirarlos, ¿no sientes el peligro? ¿No sientes que la catástrofe se
aproxima?
Niña- Sí.
Anciano- No supimos leerlos a tiempo. ¿Cómo pudimos estar tan ciegos?
Niña- ...
Anciano-
Ahora sé que todos esos mapas, cuantos he trazado en mi vida, sólo eran
un prólogo del que hoy debería dibujar. Pero ese último mapa, ya no
puedo hacerlo solo. Si Dios me devolviera una pizca de fuerza, aunque
tuviese que arrastrarme, saldría ahí a mirar y luego haría el mapa de
esas calles en que hombres cazan a hombres. Pero ni siquiera tengo
fuerza para sostener un lápiz.
Niña- Yo lo haré. Yo lo haré por usted.
Anciano-
... Ponte en esa esquina y da un paso hacia delante. Un paso normal,
como cuando caminas por la calle. Toma el metro y mide de la esquina a
la marca. Eso mide un paso tuyo, anótalo. Lo primero que tenemos que
saber es el perímetro. Vas a caminar por calles paralelas al muro,
contando tus pasos. Luego dividiremos el espacio en cuadrículas. Y luego
nos plantearemos el problema de la escala.
(...)
Anciano-
Colores, puntos, flechas, nos vale cualquier signo con tal de que hable
claro. El mapa debe hablar a primera vista. No lo hacemos para
nosotros, sino para alguien que un día lo mirará, quizá dentro de mil
años. ¿Qué queremos que él vea? Ahí aparece la cuestión de la escala.
Las cosas importantes sólo se ven a pequeña escala. Dos ejércitos a
punto de entrar en combate: es fácil representar el número de soldados,
su ubicación, su armamento... Pero ¿y las razones de unos y otros para
morir?, ¿y el valor y el miedo de un soldado? Es fácil dibujar una
calle, pero su olor, sus sonidos, un instante de vida en esa calle…
Vamos a empezar por Nowolipie. Cuando lleguemos a la esquina de Smocza,
vamos a torcer a la derecha.
Niña-
Oficina de correos. Oficina de empleo. Oficina de intercambios con el
sector ario. Taller de zapatos. “T” es “Taller”. El dibujo es lo que se
hace en el taller. Zapatos. Uniformes. Munición. Cada raya son cien
trabajadores. Por ejemplo: el de uniformes, doce mil obreros; el de
zapatos, diez mil. “H”, hospitales, con número de médicos y de camas;
“O”, orfanatos; “C”, comedores; “P”, policías, por grupos: judíos,
polacos, ucranianos...
Anciano- Es suficiente. Vamos a olvidarnos de esto. Fue una mala idea.
Niña- ¿?
Anciano- Fue una tontería pensar que ibas a poder con algo así. Ve a jugar con tus amigas. Y llévate eso.
Niña- ¿Qué he hecho mal?
Anciano-
El vicio del cartógrafo es querer ponerlo todo. Si quieres ponerlo
todo, nadie verá nada. Te lo he explicado mil veces: “Definitio...”.
Niña- “Definitio est negatio”.
Anciano-
Lo más importante es decidir qué se deja fuera. ¿Qué quiero hacer
visible? Si tengo claro eso, sabré qué excluir. Sacrificar: eso es lo
más importante al hacer un mapa. “Definitio est negatio”.
Niña- Lo siento.
Anciano- Un
mapa no es una fotografía. En una foto siempre hay respuestas a
preguntas que nadie ha hecho. En el mapa sólo hay respuestas a las
preguntas del cartógrafo. ¿Cuáles son tus preguntas?
Niña- ...
Anciano- Hacer preguntas es mucho más difícil que medir y dibujar. ¿Cuáles son las tuyas?
Niña- ...
Anciano- Éste no es un mapa cualquiera. No puede parecerse a ningún mapa que hayas visto. Es el mapa de un mundo en peligro. Un arca.
(...)
Anciano- Abre el armario. Tráeme la otra carpeta, la blanca.
Niña- ...
Anciano- Vas a ver algo que no he enseñado a nadie, ni siquiera a tu abuela. ¿Sabes qué es esto?
Niña- Parece Varsovia. Pero es muy extraño.
Anciano- La
vida de mi madre. Nunca salió de esta ciudad. Aquí compraba el pan, en
esta tienda vendían cien tipos de pan. Esta estrella es el lugar en que
murió.
Niña- ¡!
Anciano- Éste
es el mapa de mi padre. Cada día durante cuarenta años hizo este camino
a su trabajo. Mis padres nacieron a mil kilómetros el uno del otro,
pero sus mapas se cruzaron en el momento justo. Éste es de su hermano
Stefan, el que emigró a Argentina. Compáralo con el de mi padre: al
principio casi coinciden, poco a poco se van separando y nunca más
vuelven a juntarse. Y este mapa, ¿sabes de quién es?
Niña- Ni idea.
Anciano- ¿No conoces a tu padre? Ahí estás tú, tu nacimiento.
Niña- ... ¿Y éste?
Anciano-
Un mapa fallido. Me llevó años crear ese sistema de signos. El camino a
la escuela, donde por primera vez vi un mapa. La casa del hombre que me
enseñó a dibujar. La casa de mi mejor amigo, la casa de la primera
mujer a la que besé. Plazas en que bailé, tabernas en que reí o lloré,
el parque en que conocí a tu abuela, el hospital en que murió, tumbas de
hombres cuyos nombres nadie recuerda. Lugares en que fui amado, lugares
en que me humillaron. Sueños y pesadillas. Líneas de felicidad y de
desdicha, de miedo y de esperanza. Mi anhelo era que, de un vistazo,
cualquiera pudiese decir: “Conozco a este hombre”. Una imagen de mi
vida, eso es lo que yo quería dibujar. Ya no lo acabaré, ¿quién puede
pensar en sí mismo en estos días? Guarda esta carpeta, por favor.
Niña- Déjeme volver a intentarlo. Deje que lo intente otra vez.
Anciano-
¿Qué es más importante, el cuartel de policía o el prostíbulo? ¿La
oficina de correos o el patio donde el maestro Berman, a pesar de todo,
sigue enseñando a los niños a tocar el violín? ¿Qué es lo importante
cuando hay cuatrocientos mil seres humanos en peligro? Vuelve a la calle
y abre bien los ojos. Y pregúntate qué debe ser recordado. Serás tú
quien salve o condene. En eso yo no voy a ayudarte.
(...)
Niña- ¿Puedo enseñarle esto?
Anciano- ... Venga, vamos a verlo.
Niña- ...
Anciano- ... ¿Una boda?
Niña-
Aquí fue el banquete. Aquí le hicieron el traje a la novia. Marca de
sastre. Esta columna es los oficios: carniceros, peluqueros, sastres…
Aquí está a todas horas Ajcyk, el limpiabotas, con su caja entre las
piernas. Cafetería Europa, el poeta Szlengel ha escrito esta mañana un
soneto. El maestro Trachter está empezando un mural sobre Job. Aquí se
reúnen los jóvenes comunistas. Aquí se estrenó ayer “El Dios de la
venganza”, de Salom Asz. Oficina de impuestos. Aquí se entregan las
prendas
de piel. Seis casos de tifus en el orfanato Reszel. Señal de orfanato;
señal de tifus. Aquí compró el traje el novio, cinco kilos de manteca.
Un traje normal son dos kilos de manteca o diez paquetes de cigarrillos o
cuatro peines. Esto es para expresar lo que se cambia. Es difícil,
porque varía con las horas. En el cementerio hay verduras hasta las
diez, luego llega la ropa, lo último es el tabaco y las medicinas. Esto
indica si sólo se cambia entre gente o también con policías. El primer
número es la gente que vive en la casa; el segundo, los niños.
Anciano- Aquí estaba el cine Kometa.
Niña- Ahí llevan a los que vienen de Lodz. A los de Lublin los llevan aquí.
Anciano- ... ¿Y esto?
Niña- Leszel Cogehn. Intentaba cruzar el muro.
Anciano- ... ¿Estas manchas grises?
Niña-
Aquí vive un soplón. Aquí los policías judíos te pasan al otro lado,
cuesta entre dos y cinco mil, depende del color de los ojos. En esta
taberna se juntan judíos y alemanes. La barbería favorita de los
alemanes.
Anciano- Borra estas manchas. No puedes juzgar. Limítate a mirar.
Niña- Es parte del gueto.
Anciano- Un hombre afeita a los alemanes porque tiene miedo, porque tiene miedo por sus hijos. ¿Qué derecho tienes a juzgarlo?
Niña- ...
Anciano-
No queremos un mapa que el enemigo pueda utilizar. Queremos que, si lo
captura, hoy o dentro de cien años, no sepa leerlo. Vamos a cifrar el
mapa. Distancias, nombres, signos. A la escuela la llamaremos almacén;
al almacén, escuela. Las sinagogas las dibujaremos como iglesias. No se
llamará Varsovia.
(…)
Niña- Uno
mata a otro por azúcar. Un niño roba un pan a una vieja, la gente lo
persigue, se lo mete en la boca antes de que lo cojan. De aquí a aquí no
hay electricidad. De aquí a aquí no hay agua. No hay agua para apagar
las casas que arden. Desde hace semanas no entra carbón, la gente
intenta tener caliente un cuarto en que duermen todos. Los médicos no
tienen con qué aliviar. En la escuela no tenemos tizas. De aquí salen
los carros que recogen a los muertos de las aceras. Sigue llegando
gente. Por todo el gueto, rumores. No se pueden creer. Un hombre que
escapó de Lodz cuenta que allí...
Anciano- No quiero oír cuentos. Sólo dime lo que has visto.
Niña-
Mi padre dice que las cosas van a mejorar a partir de ahora: el Consejo
ha obtenido permiso para sacar basura del gueto y para hacer pan ácimo
en Pascua. Mi padre tiene confianza. Ha oído en la radio que los rusos
van a sacarnos de aquí.
Anciano- ¿De verdad ha habido un torneo de ajedrez para niños?
Niña- Nunca le he mentido.
Anciano- Si no vas a decirme todo lo que ves, no vuelvas.
Niña-
... Alex Krunz, salía a trabajar al lado ario, por traer escondido un
paquete de manteca. Andrej Boz, por hacer documentación falsa. Los
hermanos Buczowscy, del transporte del taller de zapatos, se les murió
un caballo y los acusaron de sabotaje. Pawel Fink, por no entender una
orden. Karen Brycik, por estar en la calle Ogrodowa. Ogrodowa está
prohibida, pero nadie recuerda haber visto la prohibición. Bert Wabeck,
dicen que a éste lo mató gente nuestra, que era un soplón. Toplitz, lo
cogieron en el otro lado y...
Anciano- Toplitz, ¿el director de la Galería Major?
Niña-
Un coche negro apareció en la avenida Szucha y dejó un bulto en el
veinticuatro de Orla: era Toplitz. El coche ha vuelto tres veces,
siempre aparece por Szuch, siempre los deja en los pares de Orla. Edgar
Knoch, nadie sabe por qué se lo llevaron. Wolski, el maestro. No llevaba
brazalete. Dicen que se olvidó, aunque su mujer dice que no fue olvido.
Ya tenemos un nuevo maestro.
(…)
Anciano- Vamos a dejar esto por algún tiempo. Hasta que...
Niña- ¿?
Anciano-
He sido un idiota, un idiota irresponsable. Una cría yendo de aquí para
allá, fisgándolo todo. Es un milagro que no te hayan parado todavía.
Niña- ¿Qué importa si me paran? Todo lo llevo aquí, en la cabeza.
Anciano- ¿Cuánta gente sabe lo que estás haciendo? Más de los que crees. El gueto estará lleno de soplones.
Niña- Nadie sabe lo que hago. Nadie me mira.
Anciano-
Siento vergüenza. ¿Cuánta muerte has visto ya? Me equivoqué de mapa. El
mapa que tendría que haber hecho es uno para sacarte de aquí.
Niña- Hay que seguir. Tenemos que seguir.
(…)
Anciano- Hoy han estado muy cerca. Tarde o temprano los alemanes llegarán aquí. Y todo se perderá.
Niña- Vamos, camine.
Anciano- Tienes que ir al otro lado y hacer una copia del mapa.
Niña- Camine.
Anciano- Todo está en tu cabeza. Puedes rehacerlo, cada detalle.
Niña- ... ¿Y usted? ¿Qué sería de usted?
Anciano- Tu padre se encargará.
Niña- ...
Anciano- ¿Cuánto hace que empezaron con las deportaciones?
Niña- Veintitrés días.
Anciano-
Veintitrés días, seis mil personas deportadas al día. Deberíamos haber
dibujado el mapa de cada uno de ellos. Al menos de uno de ellos. Esto es
todo lo que hemos hecho, poca cosa. Pero si incluso esto se perdiese...
Niña- No podré salir otra vez.
Anciano- Si tuvieses que salir, ¿por dónde intentarías hacerlo?
Niña- ... Por aquí, el túnel de la plaza Muranowski, si es que todavía está abierto.
Anciano-
... Si sales por Muranowska, en cuanto puedas ve hacia el parque
Traugutta. Aquí hay, había, un descampado. Sal por aquí, Krakowskie,
pero en cuanto puedas desvíate por Powisle. Bordea la fábrica de gas y
cruza la plaza Pilsudski en dirección de Senatorska. Al llegar aquí,
dobla a mano derecha. Esto es Krakowskie, luego viene Nowi Swiat, debes
evitarlo, calles elegantes, pasarás más desapercibida si atraviesas
Mokotow.
Intérpretes: Blanca Portillo y José Luis Gárcia-Pérez.
En la Varsovia de nuestros días, Blanca oye la leyenda del cartógrafo del gueto. Según esa leyenda, un viejo cartógrafo se empeñó, mientras todo moría a su alrededor, en dibujar el mapa de aquel mundo en peligro; pero como sus piernas ya no lo sostenían, como él no podía buscar los datos que necesitaba, era una niña la que salía a buscarlos para él.
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