31 ene 2021

Autobiografía de Charles Darwin

Ilustración: Iban Barretnexea.

     En mayo de 1876, Charles Darwin comenzó a redactar su autobiografía. La empezó en respuesta a la petición, de un editor alemán, de una nota sobre el desarrollo de su pensamiento y su carácter, y con la idea de que tal vez pudiera interesar a sus hijos o a sus nietos. En ella recuerda la muerte de su madre, cuando tenía poco más de ocho años, así como su temprana afición al colecccionismo y a la historia natural. Su aprovechamiento de la escuela no fue mucho, prefiriendo los largos paseos, la pesca y la caza. Hacia el final de su vida escolar, pudo aprovecharse del laboratorio de química que su hermano construyó en una caseta del jardín, y que "me mostró prácticamente el significado de la ciencia experimental". Más tarde iría a la Universidad de Edimburgo, por cuya enseñanza no mostraría mucho interés; aunque conocería a jóvenes interesados por la ciencia natural y entraría en contacto con sociedades científicas donde se leían y discutían comunicaciones sobre la misma materia (algo que estimularía su afición, sus lecturas, y le proporcionaría nuevas amistades). 

    Viendo su escaso interés por la medicina, el padre de Darwin le propuso hacerse clérigo, para lo que le envió a la universidad de Cambridge, donde debía formarse en las lenguas clásicas, pero se dedicó a la tarea de coleccionar escarabajos, para lo cual realizaba largas excursiones. En el último año de Cambridge leyó con gran interés a Humboldt y a Herschel, lo que le llevó a planear visitar la isla de Tenerife. Pero tras una breve excursión geológica por el norte de Gales, se le ofreció la posibilidad de un viaje como naturalista a bordo del Beagle, sin recibir ninguna retribución (Darwin contaba con una generosa asignación paterna). "El viaje del Beagle (1831-1836) ha sido con mucho el acontecimiento más importante de mi vida, y ha determinado toda mi carrera", escribió Darwin en su autobiografía. "Siempre he creído que le debo a la travesía la primera instrucción o educación real de mi mente; me vi obligado a prestar gran atención a diversas ramas de la historia natural, y gracias a esto perfeccioné mi capacidad de observación, aunque siempre había estado bastante desarrollada". Junto a la investigación geológica de cada uno de los lugares visitados, Darwin recogió todo tipo de animales, haciendo una breve descripción y disecando muchos de los que procedían del mar (aunque, dadas sus dificultades con el dibujo y la anatomía, no pudo aprovechar suficientemente este material). "Consagraba parte del día a escribir mi diario, y ponía especial cuidado en describir minuciosa y vivamente todo lo que había visto; esto fue una buena práctica". 

    Tras su regreso a Inglaterra, se traslada a Londres (donde sigue participando en las sociedades científicas) y se casa, asentándose definitivamente más tarde en Down (1842), donde se sucedían periodos de convalecencia por su frágil salud y otros de actividad científica, tertulias y visitas (Darwin mantuvo amistad con algunos de los grandes científicos de su época). Sólo fue a partir de 1854 cuando Darwin empezó a ordenar la gran cantidad de apuntes tomados durante el viaje del Beagle, en relación con la transmutación de las especies. Tras numerosas lecturas y conversaciones con ganaderos y jardineros, "pronto me di cuenta de que la selección era la clave del éxito del hombre cuando conseguía razas útiles de animales y plantas. Pero durante algún tiempo continuó siendo un misterio para mí la forma en que podía aplicarse la selección a organismos que viven en estado natural". 

    Tras la lectura del ensayo de Malthus sobre la población, en 1838, Darwin dedujo que la lucha por la existencia determinaba cómo las variaciones favorables tendían a preservarse, y las desfavorables a ser destruidas. Aún así quedaba el problema de "la tendencia en seres orgánicos descendientes del mismo tronco a divergir a medida que se modifican". La solución estaría, según Darwin, en la adaptación a los muy diversos ambientes, siguiendo un "principio de economía" de la naturaleza. La publicación en 1858 del ensayo de Wallace sobre la variación de las especies impulsó a que Darwin publicara en 1859 su "Origen de las especies", considerablemente aumentado y corregido en ediciones posteriores (siguiendo su costumbre de responder a todas las observaciones u objeciones expuestas a sus ideas). En 1871 publica su "Origen del hombre", donde aplica también al ser humano la idea de que "las especies eran productos mutables", que le permite discutir la cuestión de la selección sexual, "un tema que siempre me había interesado muchísimo". El retraso en la publicación de muchas de sus obras era, para Darwin, una gran ventaja, "puesto que tras un largo intervalo, una persona puede criticar su propia obra casi tan bien como si fuera de otro". 

    En 1880 publica, con la ayuda de su hijo Frank, Power of Movement in Plants, donde demuestra la cantidad de movimientos que posee la punta de una raíz y lo adaptados que están, refleja su interés en "mostrar a las plantas a escala de seres organizados.

    Es llamativo cómo, en su vejez, Darwin lamenta su pérdida de interés por la poesía y la música, que antes le proporcionaban placer: "La pérdida de estas aficiones supone una merma de felicidad y puede ser perjudicial para el intelecto, y más probablemente para el carácter moral, pues debilita el lado emotivo de nuestra naturaleza". Respecto a sus costumbres señala que "son metódicas, y ello ha sido de no poca utilidad para mi particular línea de trabajo. Por último, he disfrutado de bastantes ratos de ocio por no tener que ganarme el pan. También mi mala salud, aunque ha aniquilado varios años de mi vida, me ha librado de las distracciones de la sociedad y de la diversión". En relación con sus capacidades, considera que no posee el ingenio "tan notable en algunos hombres inteligentes", por lo que era un mal crítico: "la lectura de un artículo o de un libro, suscita en principio mi admiración, y sólo después de una considerable reflexión me percato de los puntos débiles". También señala sus limitaciones para seguir una argumentación prolongada y puramente abstracta, y en su memoria, "amplia, pero poco clara". Pero destaca su capacidad de percepción y atenta observación, así como su constante pasión por la ciencia natural. Además, señala su temprano deseo de comprender o explicar todo lo que observaba, es decir, de "agrupar todos los hechos en leyes generales"; así como ser incapaz de "seguir ciegamente la dirección de otra persona", y rechazar cualquier hipótesis, "por querida que fuera, en cuanto que se demostrara que los hechos se oponían a ella": "No recuerdo ni una sola hipótesis de primera intención que no haya desdeñado o modificado considerablemente después de cierto tiempo. Naturalmente, esto me ha hecho desconfiar del razonamiento deductivo en las ciencias mixtas."

29 ene 2021

Argumentaciones imprecisas, contradictorias o falaces.

 

 En ocasiones, cuando nos piden nuestra opinión argumentada sobre alguna idea o debate filosófico, podemos caer en ciertas contradicciones, falacias o imprecisiones.  Señala cuál es el problema en el que incurren los siguientes argumentos (extraídos de algunos trabajos de clase):

- "No comparto sus ideas (de Platón), pero todo el mundo tiene derecho a sus ideas".

 - "¿Qué puedo opinar yo frente a un gran filósofo como Platón?"

 - "Las ideas platónicas no tienen hoy ningún valor porque se formularon hace ya muchos siglos".

- "A veces es preferible no conocer la verdad, ya que nos haría sufrir".

- "El miedo a lo desconocido nos hace no conocer muchas cosas".

- "Todos vivimos engañados y manipulados. Nos hacen ver lo que quieren que veamos".

- "Hoy en día todo el mundo tiene derecho a la libertad de expresión".

Acertijos lógicos

ACERTIJOS LÓGICOS.

Resuelve los siguientes acertijos lógicos:

1. En el castillo habitaban una cocinera y el Gato de Cheshire. La cocinera cree que al menos uno de los dos está loco. ¿Qué podemos deducir, a partir de eso, del gato y de la cocinera?

 

 2. Vamos a probar con una división -le dijo la Reina Roja a Alicia. -¿Cuánto es un millón dividido entre un cuarto? -Pues un cuarto de millón, claro -respondió Alicia-, es decir, doscientos cincuenta mil. ¿Acertó o erró Alicia en el problema?


3. En un juicio había tres acusados. Cada uno de los tres acusó a uno de los otros dos. El primer acusado fue el único que dijo la verdad. Si cada uno hubiera acusado a uno distinto, pero no a sí mismo, el segundo acusado habría sido el único que dijo la verdad. ¿Cuál de los tres acusados era culpable?


4. Un famoso adivino era capaz de predecir el resultado de un partido de fútbol antes de que empezara el encuentro. ¿Cómo lo hacía?


5. Una botella de vino, taponada por un corcho, está llena hasta la mitad. ¿Qué podemos hacer para beber el vino sin sacar el corcho ni romper la botella?


6. Juan llegó a un pueblo y decidió cortarse el pelo. El pueblo sólo tenía dos barberías, la de Pepe y la de Tony. Juan echó una ojeada a la barbería de Pepe, pero estaba muy sucia, y Pepe tenía un corte de pelo horrible. Por ello, se marchó y fue a dar un vistazo a la peluquería de Tony. A través del escaparate vio que todo estaba limpio y que Tony llevaba un corte de pelo perfecto. Pero no entró y regresó a la peluquería de Pepe a que le cortara el pelo. ¿Por qué lo hizo?

 

7. La semana pasada conseguí apagar la luz de mi dormitorio y meterme en la cama antes de que la habitación quedase a oscuras. Hay tres metros entre la cama y el interruptor de la luz, ¿cómo pude apañármelas?


8. Se ha descubierto el cuerpo del señor Malavida, echado sobre su escritorio con una bala en la cabeza. El inspector Olmos se da cuenta de que hay un magnetófono sobre la mesa. Al ponerlo en marcha escucha sorprendido la voz de Malavida que dice: 

-“Habla Malavida. Me acaba de telefonear un tal Seistiros diciendo que viene hacia aquí para matarme. No voy a huir. Si lleva a cabo su amenaza, dentro de diez minutos estaré muerto. Esta grabación dirá a la policía quién me asesinó… Ahora oigo los pasos en el vestíbulo. La puerta se está abriendo…”. Se produjo un clic, que indicaba que Malavida había apagado el magnetófono. 

-¿Quiere que le eche el guante a Seistiros?, preguntó la subinspectora. -“No -contestó Olmos-, estoy convencido de que otra persona, imitando la voz de Malavida, fue quien lo mató, dejando esta grabación para incriminar a Seistiros”. ¿Qué pudo hacerle sospechar eso al inspector? 

 

9. Un hombre está mirando un retrato y alguien le preguntó: "¿De quién es esa fotografía?", a lo que él contestó: "Ni hermanas ni hermanos tengo, pero el hijo de este hombre es el hijo de mi padre". ¿De quién sería la fotografía? 


10. Dos monedas suman tres euros y, sin embargo, una de ellas no es un euro. ¿Qué monedas son?

 

Fuentes: 

Martin Gardner, ¡Ajá!, RBA, 2009.

Raymond Sullyvan, ¿Cómo se llama este libro?, Cátedra, 1991.

Raymond Sullyvan, Alicia en el país de las adivinanzas, Cátedra, 1984.




SOLUCIONES:

1. Si la cocinera estuviera loca, sería cierto que al menos uno de los dos está loco. Pero habría expresado una creencia cierta, lo que es imposible (pues está loca). Por consiguiente, la cocinera debe estar cuerda. Luego su afirmación es correcta, y al menos uno de los dos debe estar loco (el gato).

2, Cuatro millones sería la respuesta correcta.

3.  Como A dijo la verdad y acusó a uno de los otros dos, el culpable debe ser B o C, por lo tanto A es inocente. Si todos cambiaron su acusación, pero aun así acusaron a alguien, B habría dicho la verdad, y como sabemos que A es inocente, B habría acusado a C. Por lo tanto C es el culpable.

4.  Antes de empezar el encuentro, el resultado es siempre 0 a 0.

5. Se hunde el corcho en la botella.

 6. Ningún peluquero se corta el pelo a sí mismo. Como el pueblo sólo tiene dos peluqueros, cada uno lleva el corte de pelo que le hizo el otro. Juan fue a la peluquería más sucia porque su dueño había hecho un corte perfecto al propietario del otro.

7.  La habitación no quedó a oscuras porque era de día.

8.  Si Malavida paró cuando el asesino entró en la habitación, la cinta no estaría rebobinada. El verdadero asesino debió escuchar sin duda varias veces la grabación hasta estar seguro de que sonaba auténtica y cometer después el error de dejar la cinta rebobinada.

9. De mi padre. 

10. La respuesta es una moneda de dos euros y otra de uno. Una de las dos no es de un euro, como dice el acertijo.

23 ene 2021

Acertijos lógicos


Acertijos Lógicos. 

Fuente: M. S. Collins, 75 fantásticos acertijos de lógica.

1. La puerta infernal.

Estas atrapado en una habitación con dos puertas. Una lleva a una muerte
segura y la otra lleva a la libertad. No sabes cuál es cual.
Hay un robot cuidando cada puerta. Los robots te dejaran elegir una puerta,
pero al hacerlo deberás cruzar esa puerta.
Puedes sin embargo, hacerle una pregunta a uno de los robots. El problema es
que un robot siempre dice la verdad, el otro siempre miente y tú no sabes cuál
es cual. ¿Qué pregunta harías?

2. Los sombreros.

 En una mesa hay tres sombreros negros y dos blancos. Tres señores en fila
india se ponen un sombrero al azar cada uno y sin mirar el color.
Se le pregunta al tercero de la fila, que puede ver el color del sombrero del
segundo y el primero, si puede decir el color de su sombrero, a lo que
responde negativamente.
Se le pregunta al segundo que ve solo el sombrero del primero y tampoco
puede responder a la pregunta.
Por último, el primero de la fila que no ve ningún sombrero responde
acertadamente de qué color es el sombrero que tenía puesto.
¿Cuál es este color y cuál es la lógica que uso para saberlo?

3. El conductor.

Conduces un autobús, en el que se montan 18 personas. En la siguiente
parada, se bajan 5 pero suben otras 13. Al llegar a la siguiente estación, se
bajan 21 y se suben otras 4. ¿De qué color son los ojos del conductor?

4. El asesino.

Atendiendo una llamada anónima, la policía allana una casa para arrestar a un
supuesto asesino. No saben cómo es, pero saben que su nombre es John y que
está dentro de la casa. La policía encuentra a cuatro personas jugando al
póquer: una se dedica a la carpintería, la otra maneja un camión, la otra
trabaja en un taller de mecánica y la última trabaja en la estación de
bomberos. Sin ningún tipo de preguntas y sin vacilación, inmediatamente
arrestan a quien trabaja en la estación de bomberos. ¿Cómo estaban seguros
de que arrestaron a la persona correcta?

5. El circo.

Un circo dispone de varios animales salvajes que en conjunto suman un total
de 11 cabezas y 20 patas. Sabiendo que hay doble número de cuadrúpedos
que de bípedos,
¿Cuantos animales salvajes hay en el circo?

6. El preso.

En un determinado país donde la ejecución de un condenado a muerte
solamente puede hacerse mediante la horca o la silla eléctrica, se da la
situación siguiente, que permite a un cierto condenado librarse de ser
ejecutado. Llega el momento de la ejecución y sus verdugos le piden que
hable, y le manifiestan: “Si dices una verdad, te mataremos en la horca, y si
mientes te mataremos en la silla eléctrica”. El preso hace entonces una
afirmación que deja a los verdugos tan perplejos que no pueden, sin
contradecirse, matar al preso ni en la horca, ni en la silla eléctrica. ¿Qué es lo
que dijo el reo?

7. El reloj.

Se trata de dividir esta esfera de reloj en seis partes, de la forma que desees, pero con la condición de que en cada parte, la suma de los números sea la misma.

8. El pececito.

 Dos padres llevaron a sus hijos a pescar.
Cada padre y cada hijo capturó un pez, pero cuando regresaron al
campamento solo habían 3 peces, ¿cómo pudo ser?
(Ninguno de los peces fue comido, perdido o arrojado al río.)

9. Niño y niña.

Un niño y una niña están hablando.
"Soy un Niño" - dijo el de pelo negro.
"Yo soy una Niña" - dijo el de pelo blanco.
Al menos uno de los dos está mintiendo, ¿Cuál es el niño y cuál es la niña?

10. Los tres caballeros.

Hay tres personas (Alex, Brook y Cody), uno de los cuales es un caballero,
otro un sirviente, y uno es espía.
El Caballero siempre dice la verdad, el Sirviente siempre miente, y el espía
puede a veces mentir y otras veces decir la verdad.
Alex dice: "Cody es un sirviente."
Brook dice: "Alex es un Caballero."
Cody dice: "Yo soy el espía."
¿Quién es el Caballero, quién el Sirviente y quién el espía?

11. Naranjas y manzanas.

Estás en una isla y el mar ha traído a tus pies tres cajas de frutas. Una caja
contiene solamente Manzanas. Una caja contiene solo Naranjas. La otra caja
contiene manzanas y naranjas.
Cada caja tiene una etiqueta. Una dice "Manzanas", Otra dice "Naranjas", y
otra dice "manzanas y naranjas". Sabes que NINGUNA de las cajas tiene la
etiqueta correcta - todas están mal etiquetadas.
Si puedes sacar y ver solo unas de las piezas de una sola de las cajas, ¿cómo
puedes etiquetar TODAS las cajas correctamente?

12. El condenado a muerte.

Un reo al que un sultán decidió que se salvase o muriese sacando al azar una papeleta de entre dos posibles: una con la sentencia "muerte", la otra con la palabra "vida", indicando gracia.
Lo malo es que el Gran Visir, que deseaba que el acusado muriese, hizo que
en las dos papeletas se escribiese la palabra "muerte". ¿Cómo se las arregló el
reo, enterado de la trama del Gran Visir, para estar seguro de salvarse? Al reo
no le estaba permitido hablar y descubrir así el enredo del Visir.

13. Las deportistas.

Ana, Beatriz y Carmen. Una es tenista, otra gimnasta y otra nadadora. La
gimnasta, la más baja de las tres, es soltera. Ana, que es suegra de Beatriz, es
más alta que la tenista. ¿Qué deporte practica cada una?

14. Las canicas.

Los niños Juan y Raúl disponen de algunas canicas en el bolsillo. Dice Juan a
Raúl: "Si me regalas una de tus canicas tendremos ambos igual cantidad".
Pero dijo entonces Raúl: "Si tú me das a mí una de tus canicas, tendré yo el
doble que tú". ¿Cuántas canicas tenía Juan, y cuántas Raúl?

21 ene 2021

La lógica contada con sencillez


El filósofo Javier Sádaba publicó en 2002 un libro titulado "La filosofía contada con sencillez" (Maeva). En él dedica un capítulo dedicado a la Lógica, del que extraemos algunas notas. Sádaba define la lógica como "el arte de argumentar con rigor", de concluir bien. Por ello nos puede enseñar a detectar las falacias, consistentes en "pasar indebidamente de las premisas a las conclusiones en un razonamiento; es decir, una falacia es llegar a una conclusión sin haber dado los pasos adecuados" (p. 56). Pero la lógica, como señalaba otro filósofo, Ludwig Wittgenstein, consite en tautologías. Las ciencias empíricas utilizan generalmente el razonamiento inductivo, un tipo de conocimiento que puede ser altamente probable, pero no necesario (las cosas del mundo siempre pueden ser de otra manera). La lógica deductiva, por el contrario, si establece una conexión necesaria entre sus premisas y la conclusión. "¿Por qué? -señala Sádaba-. Porque en la conclusión estamos diciendo lo mismo que lo que ya estaba contenido en las premisas.

Además, añade Sádaba, debemos cuestionar los que desde su rigidez lógica proponen expulsar del lenguaje aquellas formas que van contra el principio de no contradicción, como las paradojas o el chiste. El lenguaje cotidiano tiene variadas funciones: "en la comunicación humana es fundamental la sugerencia, el juego ambivalente, el amago de contradicción que hace saltar la chispa de la comprensión o de los muchos laberintos de los que está compuesta la vida humana".

Por último, Sádaba señala la importancia de la lógica en la enseñanza, como algo que el alumnado podría incorporar a su vida como ser con lenguaje:

"Observaba el filósofo Wittgenstein que el gran instrumento que es el lenguaje está lleno de trampas. Estamos enroscados en el lenguaje. Más aún, para él la mayor parte de las confusiones filosóficas tiene su causa en una utilización inadecuada del lenguaje. Generalizamos con rapidez, formamos falsas analogías, nos contentamos con un par de ejemplos o creemos que todo el lenguaje se refiere a los hechos del mundo... Por eso necesitamos una cierta terapia y un filtro de ese inigualable instrumento de comunicación".

2 ene 2021

Los lenguajes de la crisis.

   Sigue llamando la atención que en estos tiempos de crisis social sigamos escuchando del Gobierno, y de muchos analistas y economistas, la idea de que la salida a esta situación consiste en fomentar la competitividad, no la solidaridad. Y esto se hace apoyado en un lenguaje, que repetido machaconamente desde distintos medios, va calando en muchos sectores y sirve, por una extraña alquimia, para deformar la realidad, convirtiendo a las víctimas de la crisis en culpables o responsables  de su situación. 

    Ahora resulta que la salida a esta crisis no consiste en cambiar lo que la ha causado (eso sería mirar a un pasado que ya no interesa o parece explicar nada), sino en adaptarse a la nueva situación: renunciar a los viejos derechos sociales o laborales adquiridos, "flexibilizar" el mundo del trabajo, abandonar la idea de una ocupación estable, negar el valor de la experiencia del trabajador frente a una sociedad "en constante cambio" (¿hacia dónde?). En resumen, olvidarse de eso del "derecho al trabajo": el trabajo no es ya un derecho, sino una conquista en el marco de una dura competencia; una competencia en la que destacan nuevas expresiones, nuevos valores, como "ser emprendedor" o la "empleabilidad".

     Además, el derecho de huelga se convierte en "salvaje" cuando no llega a un acuerdo con el patrón sobre servicios mínimos, y "piquete" y "violento" pasan a ser sinónimos. 

    Victor Klemperer, en LTI. La lengua del Tercer Reich (Barcelona, Minúscula, 2001) advertía de la seducción y confusión que producían, incluso tras finalizar la guerra, entre los jóvenes alemanes, determinados usos lingüísticos empleados en la época nazi. Denunciaba cómo se logró imponer a la colectividad, por unos pocos individuos, un modelo lingüístico que camuflaba tanto horror:

 "El nazismo se introducía más bien en la carne y en la sangre de las masas a través de palabras aisladas, de expresiones, de formas sintácticas que imponía repitiéndolas millones de veces y que eran adoptadas de forma mecánica e inconsciente... El lenguaje crea y piensa por nosotros, guía nuestras emociones, tanto más cuanto mayor es la naturalidad e inconsciencia con que nos entregamos a él".
     José María Ridao escribía hace años un artículo en El País en el que denunciaba una idea bastante extendida entre los analistas de la crisis económica de esos años, "la idea de que pueden existir procesos económicos al margen de la voluntad y, por tanto, de la responsabilidad humana". Y ponía como ejemplo la explicación que el ex-presidente Felipe González hacía, en una entrevista de J. J. Millás, sobre el fenómeno de la actual globalización económica (incluida la del sector financiero), que ha tenido mucho que ver con la actual crisis. Felipe González sostenía que el presente modelo de globalización no era fruto de determinadas decisiones políticas, enmarcadas en el giro neoliberal iniciado en los años 80 en la política de numerosos países, sino que esta globalización era "la consecuencia de dos fenómenos: la caída del muro del Berlín y la revolución tecnológica". Así, paradójicamente, Felipe González, puede a la vez denunciar la idolatría del mercado, y aceptar, como "inevitable fatalidad" del desarrollo histórico y económico, sus devastadoras consecuencias. Pero lo que más me ha llamado la atención de la entrevista es la afirmación de González de que "el principal problema al que se enfrenta la sociedad actual es la empleabilidad, no el empleo". 

    En la sociedad de "hágalo o sírvase usted mismo" (aunque para muchos no haya posibilidades de hacer o servirse), la empleabilidad sería la capacidad que debemos adquirir los trabajadores para, desde una posición activa ("con iniciativa"), encontrar un puesto de trabajo alternativo cuando el nuestro sea destruido, amortizado o redefinido según el cambiante "mercado laboral".  Pasa a ser, pues, nuestra responsabilidad, y nuestra culpa, no encontrar un hueco. Como indica Ridao:

 "Da miedo pensar en el modelo de sociedad que presupone el concepto de empleabilidad; una sociedad en la que la vocación de los individuos, el aprovechamiento de sus capacidades específicas, las habilidades adquiridas por su experiencia y, en definitiva, su libertad, queden supeditadas a la necesidad de encontrar un empleo, sea el que sea".

La filosofía: "jugar en serio"

 Platón considera la actividad filosófica como "jugar en serio": tomar en serio cuestiones que generalmente ignoramos (o que consi...