El filósofo Javier Sádaba publicó en 2002 un libro titulado "La filosofía contada con sencillez" (Maeva). En él dedica un capítulo dedicado a la Lógica, del que extraemos algunas notas. Sádaba define la lógica como "el arte de argumentar con rigor", de concluir bien. Por ello nos puede enseñar a detectar las falacias, consistentes en "pasar indebidamente de las premisas a las conclusiones en un razonamiento; es decir, una falacia es llegar a una conclusión sin haber dado los pasos adecuados" (p. 56). Pero la lógica, como señalaba otro filósofo, Ludwig Wittgenstein, consite en tautologías. Las ciencias empíricas utilizan generalmente el razonamiento inductivo, un tipo de conocimiento que puede ser altamente probable, pero no necesario (las cosas del mundo siempre pueden ser de otra manera). La lógica deductiva, por el contrario, si establece una conexión necesaria entre sus premisas y la conclusión. "¿Por qué? -señala Sádaba-. Porque en la conclusión estamos diciendo lo mismo que lo que ya estaba contenido en las premisas.
Además, añade Sádaba, debemos cuestionar los que desde su rigidez lógica proponen expulsar del lenguaje aquellas formas que van contra el principio de no contradicción, como las paradojas o el chiste. El lenguaje cotidiano tiene variadas funciones: "en la comunicación humana es fundamental la sugerencia, el juego ambivalente, el amago de contradicción que hace saltar la chispa de la comprensión o de los muchos laberintos de los que está compuesta la vida humana".
Por último, Sádaba señala la importancia de la lógica en la enseñanza, como algo que el alumnado podría incorporar a su vida como ser con lenguaje:
"Observaba el filósofo Wittgenstein que el gran instrumento que es el lenguaje está lleno de trampas. Estamos enroscados en el lenguaje. Más aún, para él la mayor parte de las confusiones filosóficas tiene su causa en una utilización inadecuada del lenguaje. Generalizamos con rapidez, formamos falsas analogías, nos contentamos con un par de ejemplos o creemos que todo el lenguaje se refiere a los hechos del mundo... Por eso necesitamos una cierta terapia y un filtro de ese inigualable instrumento de comunicación".
No hay comentarios:
Publicar un comentario