En la introducción del libro Las preguntas de la vida, de Fernando Savater, éste se hace las siguientes preguntas sobre el papel de la filosofía en el bachillerato:
Por todo lo anterior, y para responder a la cuestión que hacíamos al comienzo, Savater sostiene que la filosofía en el bachillerato contribuiría a humanizar la educación, en el sentido libre y antidogmático que necesitan nuestras sociedades democráticas. Pues, advierte Savater, "¿hay otra dimensión más propiamente humana, más necesariamente humana que la inquietud que desde hace siglos lleva a filosofar?". Y esto a pesar de que, en la actualidad, todo el mundo parece querer soluciones inmediatas y prefabricadas.
¿Tiene sentido empeñarse hoy, a finales del siglo XX o comienzos del XXI, en mantener la filosofía como una asignatura más del bachillerato? ¿Se trata de una mera supervivencia del pasado, que los conservadores ensalzan por su prestigio tradicional pero que los progresistas y las personas prácticas miran con justificada impaciencia? ¿Pueden los jóvenes, adolescentes más bien, niños incluso, sacar algo en limpio de lo que a su edad debe resultarles un galimatías? ¿No se limitarán en el mejor de los casos a memorizar unas cuantas fórmulas pedantes que luego repetirán como papagayos? Quizá la filosofía interese a unos pocos, a los que tienen vocación filosófica, si es que tal cosa aún existe, pero ésos ya tendrán en cualquier caso tiempo de descubrirla más adelante. Entonces, ¿por qué imponérsela a todos en la educación secundaria? ¿No es una pérdida de tiempo caprichosa y reaccionaria, dado lo sobrecargado de los programas actuales de bachilleratoLo curioso, como advierte Savater, es que los primeros adversarios de la filosofía le reprochaban precisamente ser "cosa de niños", impropia de adultos prácticos y ocupados. La filosofía parece empeñada en hablar de lo que todavía no sabemos, no nos da información, como las ciencias, sino que nos interroga sobre lo que significa la información que tenemos, "cómo debemos interpretarla y relacionarla con otras informaciones, qué supone todo ello en la consideración general de la realidad en que vivimos, cómo podemos o debemos comportarnos en la situación así establecida". La filosofía consistiría así en una forma de mirar y argumentar. Como señala Savater, "una cosa es saber después de haber pensado y discutido, otra muy distinta es adoptar los saberes que nadie discute para no tener que pensar. Antes de llegar a saber, filosofar es defenderse de quienes creen saber y no hacen sino repetir errores ajenos".
Por todo lo anterior, y para responder a la cuestión que hacíamos al comienzo, Savater sostiene que la filosofía en el bachillerato contribuiría a humanizar la educación, en el sentido libre y antidogmático que necesitan nuestras sociedades democráticas. Pues, advierte Savater, "¿hay otra dimensión más propiamente humana, más necesariamente humana que la inquietud que desde hace siglos lleva a filosofar?". Y esto a pesar de que, en la actualidad, todo el mundo parece querer soluciones inmediatas y prefabricadas.
Cuestiones:
- Comenta las ideas principales del primer capítulo del libro "Las preguntas de la vida". ¿Qué opinión te merecen las ideas de Savater sobre la filosofía?
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