Bárbara Ehrenreich, nacida en Montana en 1941, es una ensayista y activista social estadounidense. Vive en Nueva York, es madre de dos hijos y ejerce de
abuela y de activista social. Es también una de las ensayistas más
reconocidas de su país: ha escrito 25 libros que analizan temas tan
variados como el feminismo (Por tu propio bien, Ed. Capital Swing), las pésimas condiciones laborales de las clases más pobres de Estados Unidos (Por cuatro duros, RBA) y la antropología de las celebraciones (Una historia de la alegría, Paidós). Ha colaborado también en algunos de los medios más prestigiosos de su país, como The New York Times y Time Magazine.
Ehrenreich obtuvo un doctorado en biología, tras lo cual comenzó a involucrarse en la política. Pertenece al Partido socialdemócrata de América.
Ehrenreich obtuvo un doctorado en biología, tras lo cual comenzó a involucrarse en la política. Pertenece al Partido socialdemócrata de América.
Su libro, Nickel and Dimed (2002), recoge sus experiencias en trabajos poco remunerados, como parte
de un trabajo de investigación sobre las condiciones laborales de las
clases pobres de Estados Unidos. Se tradujo al castellano con el título Por cuatro duros. Cómo (no) apañárselas en Estados Unidos (RBA, 2003)
En el siguiente vídeo (con subtítulos en inglés), Ehrenreich comenta su experiencia como trabajadora pobre en la redacción de su libro "Por cuatro duros":
En una entrevista en La Vanguardia, Ehrenreich comentaba respecto a este libro:
Cuando ocurrieron los atentados del 11-S, usted iba a dar una charla sobre el aumento de la pobreza en su país…
Sí, había escrito Por cuatro duros, basado en mis experiencias como trabajadora en la base. Descubrí un mundo en el que la gente gana salarios miserables, trabaja sin seguro médico, sin beneficios y en empleos físicamente muy exigentes. ¡Descubrí, por ejemplo, que hay cajeras a las que no se les permite ir al baño durante su turno y tienen que llevar pañales! Pero son empleos también mentalmente exigentes: hay trabajos en comercios en los que, aunque no se da ningún tipo de formación a los empleados, estos tienen que recordar la ubicación exacta de los centenares de productos que se venden. Y, cuando la han asimilado, sus managers, no sé por qué razón, los cambian de sitio sin avisarles. Tras mi experiencia llegué a la conclusión de que no voy a usar el término “trabajador no cualificado” nunca más.¿Estas malas condiciones han empeorado en los últimos años?Sí, por supuesto, porque los sueldos han bajado. Parte del crecimiento de la pobreza en nuestro país es debido al paro y a los sueldos miserables. Dijeron que el 11-S nos unió a todos (¡de nuevo el pensamiento positivo!), pero las consecuencias de los ataques y de la guerra con Iraq tuvieron un efecto inmediato en los americanos que vivían en la línea de la pobreza. Se recortaron programas sociales y se reducen programas asistenciales. En vez de ayudarlos, nos estamos convirtiendo en una sociedad que persigue a los pobres.
Contra esa idea actual del pensamiento positivo obligatorio, argumenta Barbara Ehrenreich en su libro "Sonríe o muere". Una de las trampas del pensamiento positivo es que anula el sentimiento de
colectividad. "Si le dices a la gente que
cualquier cosa que le pase es culpa suya y que eviten a cualquiera que
es un perdedor o un quejica, realmente estás previniendo cualquier tipo
de crítica organizada o de resistencia". Aquí os dejo un vídeo animado donde lo comenta:
Un film donde se refleja bien la aplicación de esta mentalidad "positiva" en el mundo empresarial es "Up in the air". Os dejo unas secuencias:
Comentario crítico del film en http://rtve.es/v/674654
Por último, por si queréis saber más sobre si "sonreír o morir" os dejo una conferencia (subtitulada) que Ehrenreich impartió en Zaragoza en 2011.
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