El historiador Carlo Ginzburg establecía en un artículo (Eco y Sebeok (ed.), El signo de los tres, 1989) la analogía entre los métodos de investigación de Giovanni Morelli, de Sherlock Holmes y de Sigmund Freud. En los tres casos, unos pocos indicios proporcionaban la clave para acceder a una realidad más profunda (identificar el responsable de una obra de arte, de un delito, o de un comportamiento involuntario o inconsciente), inaccesible por otros métodos. Estos indicios son rasgos pictóricos para Morelli, pistas para Holmes y síntomas para Freud. Se trataría de un modelo epistemológico que surgió a finales del siglo XIX, en el ámbito de las ciencias sociales. "En los tres casos -señala Ginzburg- podemos invocar el modelo de la semiótica médica, o sintomatología, la disciplina que permite establecer un diagnóstico, aunque la enfermedad no sea observable directamente, sobre la base de unos síntomas superficiales, o signos, a menudo sin ninguna relevancia para el ojo del lego". Se trata de un saber conjetural, basado en indicios, frecuente en disciplinas que tienen por objeto, ante todo, lo cualitativo, el caso o situación individual, lo que significa que en sus resultados siempre hay un elemento de azar. Lo opuesto a la ciencia moderna "que podría haber hecho suyo el proverbio escolástico "individuum est ineffabile" (sobre el individuo no se puede decir nada). Se abrieron, según Ginzburg, "dos enfoques posibles: sacrificar la comprensión del elemento individual para alcanzar un nivel más o menos riguroso, más o menos matemático, de generalización; o bien tratar de desarrollar, aunque sólo fuera de una manera tentativa, un paradigma alternativo basado en la comprensión científica (que aún estaba por definir) de lo individual". En el caso de la medicina, por ejemplo, el conocimiento de la enfermedad era indiciario e indirecto: "Los secretos del cuerpo vivo permanecían siempre, por definición, inalcanzables".
Pero en el transcurso del siglo dieciocho, la situación cambió. "En una auténtica ofensiva cultural, la burguesía se fue apropiando del saber popular tradicional de artesanos y campesinos, saber a veces conjetural y otras veces no; lo organizaron y lo anotaron, a la vez que intensificaron el masivo proceso de instrucción que ya había comenzado, aunque tomando formas diferentes y con un contenido distinto, durante la Contrarreforma. El símbolo y el instrumento crucial de esta ofensiva fue, claro está, la Enciclopédie".
Entre los siglos dieciocho y diecinueve, con la aparición de las ciencias humanas, el grupo de disciplinas indiciarias (como la medicina, la historia, la geología o la paleontología, donde las causas no son reproducibles, sino que deben inferirse de sus efectos) cambió profundamente: "Surgieron nuevos astros que, como la frenología, no tardaron en llegar a su ocaso; o que, como la paleontología, lograrían grandes cosas, pero por encima de todo estaba la medicina, que confirmó su elevado rango social y científico". Además, gracias a las obras de ficción, el paradigma indiciario alcanzaría en esta época un éxito inesperado y nuevo. Como señala Grinzburg, "la novela más grande de nuestro tiempo, La Recherche, está construida según un riguroso paradigma indiciario". Para el paradigma indiciario, existen ciertos puntos privilegiados -síntomas o indicios- que nos permiten descifrar una realidad opaca. Como en las novelas protagonizadas por Sherlock Holmes, detalles aparentemente insignificantes pueden revelar fenómenos significativos.
"¿Es el rigor compatible con el paradigma indiciario?", se pregunta Ginzburg. Para el historiador italiano, "la dirección cuantitativa y anti-antropocéntrica tomada por las ciencias naturales desde Galileo ha planteado un dilema incómodo a las ciencias humanas". Sólo la lingüística habría logrado sustraerse a este dilema en el transcurso del siglo XX. Para Ginzburg "este tipo de rigor sea quizás inalcanzable, e incluso indeseable, para las formas de conocimiento más ligadas a nuestra experiencia cotidiana, o, para ser más precisos, más ligadas a todo contexto donde el carácter único e irremplazable de los datos sea decisivo para quienes están implicados".
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