Símbolo transhumanista. |
"Vemos la humanidad como una fase de transición en el desarrollo evolutivo de la inteligencia. Defendemos el uso de la ciencia para acelerar nuestro paso a una condición transhumana o poshumana. No aceptamos los aspectos indeseables de nuestra condición. Cuestionamos los límites naturales y tradicionales de nuestras posibilidades. Preveemos que la vida se extenderá más allá de los confines de la Tierra para habilitar el Cosmos".
Max More (1998), presidente de la empresa de criopreservación Alcor, una actividad no legal en España).
El transhumanismo (abreviado como H+ o h+) es un movimiento cultural e intelectual internacional que tiene como objetivo final transformar la condición humana mediante el desarrollo y fabricación de tecnologías ampliamente disponibles, que mejoren las capacidades humanas, tanto a nivel físico como psicológico o intelectual. (Fuente: wikipedia)
Tras 4000 años de mutaciones al azar y de selección natural de esas mutaciones, ¿podemos "evitar a Darwin"? Células madre, edición genética, regeneración y reprogramación celular, son técnicas que según algunos, podrían hacerlo posible. Max More, filósofo y padre del transhumanismo, movimiento que persigue la tecnificación y superlongevidad de la especie humana, escribió en 1998 una manifiesto: "Principios extropianos 3.0",
"Los extropistas buscan el crecimiento y el progreso perpetuos en todos los aspectos de la conducta humana. Somos una especie y una cultura nunca definitivamente terminada o completada. En lugar de ello, buscamos conocimiento continuamente, experimentamos constantemente, continuamos desarrollando técnicas que mejoran nuestras mentes, nuestros cuerpos, nuestra cultura y nuestro medio ambiente. Los extropistas afirman esta creencia y la llevan a su conclusión lógica.
Deseamos la tecnología y el entendimiento que nos permitan transformar y aumentar continuamente el cuerpo humano hasta que logremos una esperanza de vida radicalmente expandida, una sabiduría sobrehumana y poderes físicos/neurológicos más allá de todo lo que podamos imaginar hoy".
Otras referencias:
-David Pearce, filósofo británico seguidor del transhumanismo, y uno de los fundadores de la World Transhumanist Association.
- Debate Sloterdijk y Habermas sobre el parque humano.
- Altered Carbon. Serie de Netflix (2018-2020). Basada en la novela de Richard K. Morgan, del mismo título.
Existe incluso una Iglesia de la vida perpetua en Florida. Se trata del primer templo transhumanista.
Voces críticas contra el transhumanismo:
Luc Ferry, "La revolución transhumanista" Alianza, 2016.
"Para Ferry resulta necesario regular de inmediato este campo de la investigación. Por las dudas éticas y morales que plantea; por lo que pueda pasar, pongamos, con los experimentos en manos de un tecnófilo rico e irresponsable; o porque pronto la genética puede dividir el mundo en superhumanos e infrahumanos; o alterar la geopolítica con potencias de ciudadanos modificados. “Permitirlo todo”, alerta Ferry, “a riesgo de crear monstruos, seres híbridos hombre/máquina/animal que no tendrían ya nada que ver con la humanidad, provoca un reflejo de terror en casi todos nosotros”.
Guillermo Abril, "¿Vamos a vivir 140 años?", El País, 17/09/2017.
El orden socioeconómico actual es "antropófugo", es decir, "trata de escapar de la condición humana en dos direcciones (por lo demás vinculadas entre sí): la expansión extraterrestre en primer lugar, y la superación del organismo humano (percibido como deficiente en la Era de la Máquina) en segundo lugar. Esta última es la senda del transhumanismo, una poderosa corriente cultural que se plasma en diversas iniciativas tecnocientíficas y empresariales.El proyecto ecologista de autocontención se enfrenta al proyecto productivista y antropófugo de extralimitación, de autotrascendencia tecnológica, con ese doble impulso de abandonar la condición humana hacia lo extraterrestre y hacia lo transhumano (...)Nuestra cultura tecnolátrica espera grandes novedades (¡y hasta la salvación!) de la robótica, la biología sintética, las nanotecnologías… No espera grandes novedades en el terreno de la convivencia humana.(...)
No deberíamos esperar soluciones high-tech y sociedades de alta energía, sino más bien –como mejor posibilidad– comunidades con algo de industria ligera, basadas en tecnologías intermedias… Pero bajo la premisa de una gran descomplejización; y la expectativa de un nivel de vida muy modesto en lo material, en comparación con lo que hoy –de forma nada plausible– sigue prometiendo la ideología dominante.
Jorge Riechmann, "No controlamos al 'smartphone', éste nos controla y conforma nuestras vidas", Diagonal, 09/01/17.
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