26 sept 2018

¿Quién teme a la filosofía?

El otro día comentamos en clase dos pequeños vídeos. En el primero, el filósofo Fernando Savater hablaba de cómo entró en contacto con la filosofía en el Instituto y el temor que inspiraba esta asignatura en algunos compañeros. Se trata de una entrevista a partir de la publicación de su libro "Historia de la filosofía sin temor ni temblor", y es una forma de acercarnos a uno de los filósofos más importantes de nuestro país, y a algunos de los temas y actitudes cívicas que ha adoptado.

En otro fragmento vimos el diálogo entre una alumna, Katty, y el filósofo francés O. Brenifier en torno al tema "¿Hay vida después de la muerte?" (I Encuentro Internacional de Práctica Filosófica en el Perú en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima, diciembre del 2007). Se trataba de ver la práctica filosófica a través del modelo del diálogo socrático: el debate filosófico como el intento de "hacer pensar", ayudando a exponer y analizar las ideas, ponerlas en dificultades

¿De qué trata la Filosofía? III


"Una vida sin examen, es decir, la vida de quien no sopesa las respuestas que se le ofrecen para las preguntas esenciales ni trata de responderlas personalmente, no merece la pena vivirse".
Para Fernando Savater (Las preguntas de la vida, Barcelona, Ariel, 1999), la filosofía tiene una función negativa, defensiva y crítica, la de defenderse de quienes creen saber y no hacen sino repetir errores ajenos; la de criticar lo que conocemos mal o no conocemos aunque creamos conocerlo. Y, por ello, se plantea las cuestiones siguientes: "¿Hay otra dimensión más propiamente humana, más necesariamente humana que la inquietud que desde hace siglos lleva a filosofar?, ¿puede la educación prescindir de ella y seguir siendo humanizadora en el sentido libre y antidogmático que necesita la sociedad democrática en la que queremos vivir?"
Como señala Savater, los primeros adversarios de la filosofía le reprochaban a ésta el ser "cosa de niños", impropia de adultos hechos y derechos, que debían tener ocupaciones más prácticas y serias. Ya indicábamos en otra entrada el carácter elemental de las cuestiones filosóficas y su proximidad a las preguntas infantiles que nos desconciertan por interrogarnos sobre ideas muy comunes que usamos diariamente sin pensar en ellas. Savater recoge un texto de Thomas Nagel que puede ilustrar bien esto:
"La principal ocupación de la filosofía es cuestionar y aclarar algunas ideas muy comunes que todos nosotros usamos cada día sin pensar sobre ellas. Un historiador puede preguntarnos qué sucedió en tal momento del pasado, pero un filósofo preguntará: ¿qué es el tiempo? Un matemático puede investigar las relaciones entre los números, pero un filósofo preguntará: ¿qué es un número? Un físico se preguntará de qué están hechos los átomos o qué explica la gravedad, pero un filósofo se preguntará: ¿cómo podemos saber que hay algo fuera de nuestras mentes? Un psicólogo puede investigar cómo los niños aprenden un lenguaje, pero un filósofo preguntará: ¿por qué una palabra significa algo? Cualquiera puede preguntarse si está mal colarse en el cine sin pagar, pero un filósofo preguntará: ¿por qué una acción es buena o mala?".
 Frente a los que afirman que la filosofía "no sirve para nada", Savater responde que en nuestra "sociedad de la información" es importante reflexionar sobre esa información recibida, jerarquizar su importancia y buscar principios generales para ordenarla (el conocimiento); pero, además, es necesario vincular este último "con las opciones vitales o valores que podemos elegir, intentando establecer cómo vivir mejor de acuerdo con lo que sabemos". De esto último trata la filosofía.

Sobre esta idea de la filosofía como "cosa de niños", podéis comentar el breve trailer de este interesante documental francés titulado Ce n'est qu'un début.

25 sept 2018

Marina Garcés: la filosofía frente a la crisis actual.

Entrevista a Marina Garcés en el programa "Para todos La2" sobre la tarea de la filosofía y nuestra responsabilidad como ciudadanos frente a la actual crisis social y política. En una entrevista, definía la filosofía como "el arte de interrogar y desplazar los límites, como rebelión contra la impotencia". 
    En su libro Fuera de clase (Galaxia Gutenberg, Barcelona, 2016), Garcés señalaba que la filosofía debía tener la capacidad de "trazar los caminos de lo impensado. Dibujar caminos allí donde no los hay. Desplegar dimensiones de la realidad donde ésta aparece plana y unidimensional..., establecer relaciones entre mundos incomunicados". Considera a la filosofía como "una práctica de guerrilla", pues no tiene un frente de batalla fijo, "sino que luchando crea su propio campo de batalla, la filosofía no tiene un territorio acotado, sino que pensando crea su propia cartografía". Como las guerrillas, "la filosofía avanza liberando las palabras de todo lo que captura su uso y su sentido", lo que las hace "decir y expresar la vida que las mueve", tocar la realidad. Se trata de llevarnos al límite de un problema o una idea, es decir, "hasta allí donde se abre lo que me inquieta y no sé muy bien cómo pensar".
"La filosofía es para mí un árbol que sigue teniendo las raíces y las hojas fuera de clase. Hay un tronco, visible, hecho de disciplinas académicas, obras y referencias que hace falta conocer y en las que hay que profundizar si se quiere tener determinadas herramientas  filosóficas y participar en ciertos debates. Pero ¿dónde echan raíces esas preguntas? ¿Y hacia dónde apuntan los problemas que plantean?"
Marina Garcés, Fuera de clase.
 
En el programa La aventura de aprender, también en La2, podéis encontrar otra entrevista en torno a su libro "Un mundo común".
    Marina Garcés es profesora de filosofía en la Universidad de Zaragoza y es también miembro del colectivo Espai en Blanc, al que ya hemos hecho referencia en algunas otras entradas y enlaces.
Quizás os guste leer su "Carta a mis estudiantes de filosofía".
O visitar su blog. O leer una entrevista que le realizó el diario El País: Marina Garcés: "La filosofía nace como arte callejero".


La filosofía: "jugar en serio"

 Platón considera la actividad filosófica como "jugar en serio": tomar en serio cuestiones que generalmente ignoramos (o que consi...