27 jun 2021

"Psicopolítica"

 Síntesis y análisis del libro Psicopolítica, del filósofo coreano Byung-Chul Han, por Claudio Álvarez Terán:

Sobre el pensamiento positivo: "Lo importante no es lo que acontece, sino cómo tú lo vives!

     "Recientemente una nueva psicología de las emociones mucho más elemental que el psicoanálisis, convertida en una especie de espejo de feria, una corriente de la psicología genuinamente norteamericana, amenaza con servir de cobertura al despliegue del capitalismo neoliberal: la psicología positiva. En un libro titulado Sonríe o muere se ponen bien de manifiesto las falacias de las nuevas tecnologías del yo promocionadas por los gurús de la inteligencia emocional (B. Ehrenreich, 2011). 

    En el año 2007 más de doscientos centros universitarios y de postgrado en EE. UU. ofrecían cursos de psicología positiva. El psicólogo científico pasaba a ser un pastor de las emociones, un gestor del control mental, un entrenador capaz de reconducir a los sujetos a la maximización de su yo, como si se tratase de retornar al narcisismo más primario. ¡Todo está en la mente! ¡Lo importante no es lo que acontece, sino cómo tú lo vives! Tanto los viejos códigos religiosos fraguados en moldes calvinistas, como las predicaciones que tienen lugar en las nuevas megaiglesias, como los pretendidos estudios científicos integrados en el paradigma de la inteligencia emocional o de la psicología positiva apelan a la centralidad del mundo interior, a la necesidad de explorar los abismos del yo para poder entender las claves del universo. En el interior de los cantos de sirena de todas estas ensoñaciones individualistas, narcisistas, se encuentra una negación radical de las relaciones sociales y de las relaciones de poder. La pobreza, la violencia institucional, la explotación laboral, el paro, el trabajo precario, la dominación masculina se desdibujan en nombre de una especie de omnipotencia del yo que convierte en obsoletas las alternativas sociopolíticas. Cada uno tiene lo que se merece. El psicologismo radical es funcional al capitalismo neoliberal. Sin embardo esta sustitución del mundo social por el imperio de las emociones niega las evidencias, niega que no existe el yo al margen del nosotros, ni el nosotros al margen de una moral social sobre la que se basa la lucha por la justicia".

Fdo. Álvarez Uría, Sociología y literatura, Morata, 2020, p. 234-235.


    Ya publicamos una entrada sobre el pensamiento positivo, que la socióloga norteamericana Bárbara Ehrenreich criticaba en su libro "Sonríe o muere". A continuación os dejo una interesante comentario de la obra por Claudio Álvarez Terán:

23 jun 2021

La herida de los hombres enfadados

     En un artículo titulado "La herida de los hombres enfadados",  la investigadora Beatriz Gimeno señala "las identidades masculinas heridas por inseguridades vitales profundas y por la pérdida de sentido que han generado en todo el mundo las políticas neoliberales y cuyo resultado es una reacción misógina global". En la actual situación de crisis, Gimeno recuerda que "la llamamos crisis, pero sólo si afecta mayoritariamente a los hombres porque, en realidad, esta es la situación en la que siempre estamos las mujeres, y entonces no la llamamos crisis sino que nos parece lo normal". En cambio, los hombres están viéndose también afectados por una crisis neoliberal que ha extendido la precariedad, y que pone en juego su identidad masculina tradicional en gran parte vinculada a un puesto de trabajo seguro y un salario suficiente para mantener a una familia:  

"(...) La quiebra del rol de proveedor familiar es una herida que muchos hombres no saben cerrar. Además, las mujeres exigen derechos y estos empujan privilegios masculinos que muchos hombres no viven como tales, sino como parte del orden natural del mundo. Las heridas en las masculinidades tradicionales hacen nacer a esos “hombres enfadados” de los que habla Kimmel, heridos, desarraigados y que sienten que el mundo se abre bajo sus pies.

Para cerrar estas heridas aparecen los discursos neofascistas o trumpistas ofreciendo una narrativa que incide en que, efectivamente, las mujeres están robando a los hombres su masculinidad y, así, aunque el poder sigue siendo masculino, se difunde un relato victimista en el cual los hombres desposeídos pueden expresar lo que sienten como una amenaza a su masculinidad. Discursos que les permiten, como parte del objetivo de restitución del orden, expresar odio a las mujeres, a las que culpan".

21 jun 2021

Charles Bukowski: sobre el Trabajo.

El escritor norteamericano Charles Bukowski envió esta carta a John Martin, publicista de Black Sparrow Press que en 1969 le hizo una proposición extraordinaria: le pagaría 100 dólares mensuales para que Bukowski renunciara a su trabajo y se dedicara únicamente a escribir. Dos años después entregó a Black Sparrow Press su primera novela: Cartero.

Fuente: Don Garfialo.

Trascripción:

Hola, John: 

Gracias por la carta. A veces no duele tanto recordar de dónde venimos. Y tú conoces los lugares de donde yo vengo. Incluso las personas que intentan escribir o hacer películas al respecto, no lo entienden bien. Lo llaman “De 9 a 5”. Sólo que nunca es de 9 a 5. En esos lugares no hay hora de comida y, de hecho, si quieres conservar tu trabajo, no sales a comer. Y está el tiempo extra, pero el tiempo extra nunca se registra correctamente en los libros, y si te quejas de eso hay otro zoquete dispuesto a tomar tu lugar. Ya conoces mi viejo dicho: “La esclavitud nunca fue abolida, sólo se amplió para incluir todos los colores”. Lo que duele es la pérdida constante de humanidad en aquellos que pelean para mantener trabajos que no quieren pero temen una alternativa peor. Pasa, simplemente, que las personas se vacían. Son cuerpos con mentes temerosas y obedientes. El color abandona sus ojos. La voz se afea. Y el cuerpo. El cabello. Las uñas. Los zapatos. Todo. Cuando era joven no podía creer que la gente diera su vida a cambio de esas condiciones. Ahora que soy viejo sigo sin creerlo. ¿Por qué lo hacen? ¿Por sexo? ¿Por una televisión? ¿Por un automóvil a pagos fijos? ¿Por los niños? ¿Niños que harán justo las mismas cosas? Desde siempre, cuando era bastante joven e iba de trabajo en trabajo, era suficientemente ingenuo para a veces decirle a mis compañeros: “¡Eh! El jefe podría venir en cualquier momento y echarnos, así como así, ¿no se dan cuenta?”. Ellos lo único que hacían era mirarme. Les estaba ofreciendo algo que ellos no querían hacer entrar a su mente. Ahora, en la industria, hay muchísimos despidos (acerías muertas, cambios técnicos y otras circunstancias en el lugar de trabajo). Los despidos son por cientos de miles y sus rostros son de sorpresa: 

 “Estuve aquí 35 años…”. “No es justo…”. “No sé qué hacer…”. 

 A los esclavos nunca se les paga tanto como para que se liberen, sino apenas lo necesario para que sobrevivan y regresen a trabajar. Yo podía verlo. ¿Por qué ellos no? Me di cuenta de que la banca del parque era igual de buena, que ser cantinero era igual de bueno. ¿Por qué no estar primero aquí antes de que me pusiera allá? ¿Por qué esperar? Escribí con asco en contra de todo ello. Fue un alivio sacar de mi sistema toda esa mierda. Y ahora estoy aquí: un “escritor profesional”. Pasados los primeros 50 años, he descubierto que hay otros ascos más allá del sistema. Recuerdo que una vez, trabajando como empacador en una compañía de artículos de iluminación, uno de mis compañeros dijo de pronto: “¡Nunca seré libre!”. Uno de los jefes caminaba por ahí (su nombre era Morrie) y soltó una carcajada deliciosa, disfrutando el hecho de que ese sujeto estuviera atrapado de por vida. Así que la suerte de, finalmente, haber salido de esos lugares, sin importar cuánto tiempo tomó, me ha dado una especie de felicidad, la felicidad alegre del milagro. Escribo ahora con una mente vieja y con un cuerpo viejo, mucho tiempo después del que la mayoría creería en continuar con esto, pero dado que empecé tan tarde, me debo a mí mismo ser persistente, y cuando las palabras comiencen a fallar y tenga que recibir ayuda para subir las escaleras y no pueda distinguir un azulejo de una grapa, todavía sentiré que algo dentro de mí recordará (sin importar qué tan lejos me haya ido) cómo llegué en medio del asesinato y la confusión y la pena hacia, al menos, una muerte generosa. No haber desperdiciado por completo la vida parece ser un logro, al menos para mí. Tu muchacho,

 Hank

14 jun 2021

Monty Phyton: cómo detectar a una bruja

En una secuencia de la película "Los caballeros de la mesa cuadrado y sus locos seguidores" (1975), del grupo Monty Phyton, un grupo de campesinos pretenden quemar a una bruja. El caballero, que no parece cuestionar la existencia de las brujas, les pide pruebas de su acusación. Los campesinos señalan pruebas "manipuladas" (la ropa y la nariz con la que la han vestido) que supuestamente le acusan. Y cuando el caballero propone formas de demostrar la condición de "bruja", estas demostraciones se realizan cambiando las condiciones iniciales cuando éstas parecen contradecir las conclusiones que se están buscando desde el principio (quemar a la bruja). El argumento se enreda de tal forma que se pasa del hecho de que al asociar a la bruja con su muerte en la hoguera, al señalar que entonces deben estar hechas de madera, que la madera flota en el agua, como los gansos, por lo que si pesa lo mismo que un ganso, entonces está hecha de madera, por lo que es una bruja. Se aplica así la propiedad transitiva a supuestas identificaciones o igualdades entre la bruja, el fuego, la madera y su flotabilidad, que no son correctas. Y para confirmar el argumento se utiliza un instrumento de medida, la balanza, que está trucado (cuando al final no hay nadie en la balanza, un brazo está mucho más levantado que otro).
 

 - ¡¡Tenemos una bruja!! ¡¡tenemos una bruja!! - gritan continuamente los campesinos -Hemos encontrado una bruja. ¿Podemos quemarla?

- ¿Cómo sabéis que es una bruja? -preguntan al personaje que parece ser un caballero feudal y que suelta una paloma con un coco atado a la pata.

- ¡Parece una bruja! ¡Porque se le nota!  ¿No lo veis?

- Mostrádmela.

- No soy una bruja. No soy una bruja -dice la mujer acusada.

- Es verdad: estás vestida de bruja.

- Ellos me vistieron así. Y ésta no es mi nariz. Es postiza.

- ¿Y bien?

- Bueno, le pusimos la nariz. Y el sombrero. Pero es una bruja.

- ¿La habéis vestido vosotros así?

- No. Sí. Un poco. Pero tiene una verruga.

- ¿Y porqué creéis que es una bruja?

- Porque a mí me convirtió en grillo! - dice un hombre normal, mientras todo el mundo lo mira-  ¡Y mejoré!

- Hay que quemarla -gritan todos.

- Hay diversas formas de saber si es una bruja... decidme ¿qué se hace con las brujas...?

- Quemarlas.

- ¿Y qué otra cosa se quema aparte de las brujas?

- ¡Mas brujas!

- ¿Por qué arden las brujas?

- Porque están hechas de madera.

- Exacto. ¿Y cómo se puede saber si ésta está hecha de madera?

- Haciendo un puente con ella.

- ¿Pero no se pueden hacer los puentes también de piedra? -todos quedan pensativos.

- Y la madera, ¿se hunde en el agua?

- No, flota. ¡¡¡tirémosla al pantano!!!

- ¿Y qué más cosas flotan en el agua?

- El pan, las manzanas,  piedras pequeñas,  un cuchillo, la salsa verde, un grillo, ...

- ¡No!, ¡no!, ¡no!

- ¡Un ganso! -asevera un nuevo personaje que entra en escena.

- Exacto. Así que si pesa lo mismo que un ganso... está hecha de madera... y por lo tanto ... ¡es una bruja!

- Bien, usaremos mi balanza.

- ¡A la balanza!

Una vez colocada en la balanza se ve que pesan lo mismo. Así que es llevada a la hoguera.

13 jun 2021

Monty Phyton: la filosofía y el sentido de la vida

    A mediados del siglo pasado, la metafísica pareció salir del descrédito en el que había caído a mitad del siglo XIX, desplazada por el estado "positivo" de la ciencia. Así, desde corrientes como el existencialismo, en los años 50, se revitalizaría la metafísica aunque con nuevas cuestiones, provocadas por la reflexión tras los trágicos acontecimientos de las primeras décadas del siglo XX (dos guerras mundiales) y el papel de la ciencia y la tecnología en la sociedad. Junto a cuestiones como la libertad o la justicia, muchos europeos se replanteaban, tras los horrores de la guerra y la crisis religiosa, el problema del sentido de la vida.

El grupo inglés Monty Python dedicó a este tema, con mucho humor, una película titulada precisamente "El sentido de la vida" (1983). Os dejo unas secuencias.

 

En otra película del grupo Monty Python, titulada "La vida de Brian", también aparece una divertida secuencia donde nos enseña que hasta en los peores momentos hay que mirar siempre al lado alegre de la vida.

Ya en un tono más académico, el año pasado se reeditó el libro "El sentido de la vida" del filósofo Gustavo Bueno. Si quieres ver la mesa redonda, organizada por el programa Teatro Crítico, donde se debatió sobre la actualidad de este libro y su temática, puedes ver el siguiente vídeo:

12 jun 2021

Materiales para trabajar la memoria histórica en el aula

 

En el siguiente enlace puedes encontrar variados materiales para trabajar la memoria histórica en el aula:

 http://cgtaeducacion.org/materiales-para-la-memoria-historica/

 

Os dejo también, a continuación, algunas guías didácticas sobre novelas gráficas en torno a la memoria histórica (disponibles en la biblioteca):

 


Guía didáctica para trabajar la novela gráfica "El arte de volar" de Kim y Altarriba

 https://historiaycomic.files.wordpress.com/2014/09/guc3ada-didc3a1ctica-el-arte-de-volar.pdf

 

 

 


Guía didáctica para trabajar la novela gráfica "Maus" de Art Spiegelman (en catalán):

 https://historiaycomic.files.wordpress.com/2014/09/guc3ada-didc3a1ctica-maus.pdf



 


La filosofía: "jugar en serio"

 Platón considera la actividad filosófica como "jugar en serio": tomar en serio cuestiones que generalmente ignoramos (o que consi...