21 sept 2020

Filosofías y Utopías. Utopías para comienzo de curso.

Utopías para comienzo de curso:

He aquí la sociedad en la que me gustaría vivir:

Una sociedad en la que la filosofía no fuera una asignatura obligatoria con un programa que el alumnado debiera superar en bachiller, sino una tradición, siempre revisada, que favoreciera el debate público sobre las cuestiones que realmente nos interesan (y no sobre los que ponen de moda los medios de comunicación o particulares intereses económicos o políticos del momento). Una tradición que se debatiera en los cafés, en los bares, en las plazas…, y que impulsara la participación ciudadana, argumentada y racional, en los asuntos que nos incumben a todos. Así la filosofía saldría del encierro de los institutos o las universidades, aunque estos lugares permanecerían abiertos a todos los que quisieran continuar debatiendo con más detalle sobre esos asuntos o profundizar sobre nuevos temas, siempre en relación con otras disciplinas y en ocasiones con la tradición. No habría notas ni exámenes, pero cuando alguien demandara alguna ocupación, debería demostrar algunas capacidades para esa tarea y mostrar la curiosidad necesaria para aprender.

Cualquier profesión, también la de profesor de filosofía, sería compatible (trimestralmente o en años alternos) con la realización de otras tareas para las que tenga alguna formación o ganas de aprender (ilustrador de libros infantiles, guardabosques, cuidador, fotógrafo, hortelano…). El aprendizaje sería lo menos compartimentado posible y se intentaría una formación interdisciplinar, en la que debería estar involucrados todos los sectores sociales (talleres, asociaciones, municipios, medios de comunicación...), no solo las escuelas, que serían un complemento. Todas las instituciones públicas darían un papel muy relevante a la divulgación cultural (y ésta no estaría condicionada por su aplicabilidad al mercado o al beneficio económico)


Y si esto fuera pedir demasiado…

Que los alumnos tengan curiosidad. Que dispongan de tiempo para el estudio, la lectura y para la asistencia a clase. Que seamos honestos en nuestro trabajo y no busquemos engaños o rodeos. Que no haya desconfianza en nuestra relación sino amabilidad, afecto y buena disposición.


Y si no fuera posible…

Que tengamos un buen curso. Que el trabajo y la asistencia a clase os resulte interesante, animando vuestra participación.


Ahora descríbeme la tuya.

20 sept 2020

La filosofía como exigencia democrática

    Como señala el filósofo Víctor Gómez Pin, "una cosa (muy probable) es no llegar a topar con la verdad y otra cosa (muy acomodaticia) es renunciar a ella". La filosofía, en este sentido (kantiano), sería más una disposición que un objetivo, una actitud moral antes que un beneficio.  Lo que no es compatible con la filosofía, añade Gómez Pin, es renunciar a la causa, renunciar a explicar. La ciencia permanece cimentada "en una filosofía de dudosa legitimidad", que en ocasiones "ni siquiera se reconoce como filosofía". 
    "La filosofía subyacente a la ciencia imperante es aquella que tras erigir en criterio de acceso a la positividad científica el hecho de que una disciplina se libere de toda matriz filosófica, asigna a ésta objetivos exclusivos de cómputo, descripción, previsión y control con exclusión de toda aspiración a inteligibilidad que no tenga carácter instrumental". Una ciencia actual que se despliega en una pluralidad de discursos carentes de vínculo, y que se reduce a describir y predecir (filosofía instrumental), no a explicar (filosofía natural). Renunciar, como hacía Newton, a buscar una hipótesis explicativa, es romper el vínculo de la ciencia con la filosofía. Si "la gravedad funciona, ¿por qué andar buscando explicación de la gravedad?".

"Nada hay más contrario a la Filosofía que la aceptación de la división Ciencias/Letras y nada más incompatible con sus objetivos que el mantenimiento de tal división... Sabido es (aunque no haya nada menos asumido) que el Discurso del Método es tan sólo el Prólogo añadido por Descartes a sus escrito científicos a fin de mostrar lo estéril que sería abordar éstos sin el hilo conductor de la problemática común. Locura parecería a este pensador el que desde el primer año de Bachillerato se canalice a unos estudiantes exclusivamente hacia el Prólogo y a otros exclusivamente a una de las disciplinas científicas por él abordadas... Y ello por obediencia a la exigencia de especialización absurdamente identificada al progreso del espíritu... Siendo imposible, y estéril, seguir los vericuetos de las diferentes disciplinas, no lo es, por el contrario, encontrar el lugar de intersección de los problemas esenciales que cada una de ellas (de tener realmente interés) plantea... Es posible que hoy se forme a los estudiantes para llegar a ser buenos especialistas. Pero la reducción del trabajo humano a especialización, aunque necesario para un orden social dado, constituye una traba cuando la finalidad del esfuerzo es el comprender y no el abrirse camino; el recrearse y no el sobrevivir; o si se quiere: cuando la finalidad del esfuerzo es propiamente humano y no parodia de la subsistencia animal".

V. Gómez Pin, "La filosofía como exigencia democrática".


Aristóteles: la filosofía como ciencia libre.

"Pues los hombres comienzan y comenzaron siempre a filosofar movidos por la admiración; al principio admirados ante los fenómenos sorprendentes más comunes; luego avanzando poco a poco y planteándose problemas mayores, como las cambios de la luna y los relativos a sol y a las estrellas, y la generación del universo. Pero el que se plantea un problema o se admira, reconoce su ignorancia. (Por eso también el que ama los mitos es en cierto modo filósofo; pues el mito se compone de elementos maravillosos). De suerte que, si filosofaron para huir de la ignorancia, es claro que buscaban el saber en vista del conocimiento, y no por alguna utilidad. Y así lo atestigua lo ocurrido. Pues esta disciplina comenzó a buscarse cuando ya existían casi todas las cosas necesarias y las relativas al descanso y al ornato de la vida. Es pues evidente que no la buscamos por ninguna otra utilidad, sino que, así como llamamos hombre libre al que es para sí mismo y no para otro, así consideramos a ésta como la única ciencia libre, pues ésta sólo es para sí misma. Por eso también su posesión podría con justicia ser considerada impropia del hombre. Pues la naturaleza humana es esclava en muchos aspectos..." 

Aristóteles, "Metafísica".

La filosofía de Juan de Mairena.

El poeta Antonio Machado utilizó la figura de un heterónimo, Juan de Mairena, "un filósofo cortés, un poco poeta y un poco escéptico", para expresar en un tono irónico y alejado de la retórica sus valoraciones morales, estéticas y políticas. Algunas de sus reflexiones son una buena guía para la enseñanza de la filosofía:  

"Vosotros sabéis que yo no pretendo enseñaros nada, y que sólo me aplico a sacudir la inercia de vuestras almas, a arar el barbecho empedernido de vuestro pensamiento, a sembrar inquietudes, como se ha dicho muy razonablemente, y yo diría, mejor, a sembrar preocupaciones y prejuicios; quiero decir juicios y ocupaciones previos y antepuestos a toda ocupación zapatera y a todo juicio de pan llevar".

"Preguntadlo todo, como hacen los niños. ¿Por qué esto? ¿Por qué lo otro? ¿Por qué lo de más allá? En España no se dialoga porque nadie pregunta, como no sea para responderse a sí mismo... Vosotros preguntad siempre, sin que os detenga siquiera el aparente absurdo de vuestras interrupciones. Veréis que el absurdo es casi siempre una especialidad de las respuestas".

"Procurad, sobre todo, que no se os muera la lengua viva, que es el gran peligro de las aulas. De escribir no se hable por ahora. Eso vendrá más tarde. Porque no todo merece fijarse en el papel. Ni es conveniente que pueda decirse de vosotros: Muchas ñoñeces dicen, pero ¡qué bien las redactan!".

"Por eso yo os aconsejo -¡oh dulces amigos!- el pensar alto, o profundo, según se mire. De la claridad no habéis de preocuparos, porque ella se os dará siempre por añadidura. Contra el sabido latín, yo os aconsejo el primun philosophari de toda persona espiritualmente bien nacida. Sólo el pensamiento filosófico tiene alguna nobleza. Porque él se engendra, ya en el diálogo amoroso que supone la dignidad pensante de nuestro prójimo, ya en la pelea del hombre consigo mismo. En este último caso puede parecer agresivo, pero, en verdad, a nadie ofende y a todos ilumina".

A. Machado, Juan de Mairena.

19 sept 2020

Nuevas prácticas filosóficas


Reseña del artículo de José A. Antón, “La Filosofía en el sistema educativo francés y las nuevas prácticas filosóficoas: republicanos y pedagogos”,
Paideia, nº 83, 2008, pp. 389-408

Según el autor, existe, al parecer, un escaso interés por la didáctica de la filosofía entre los profesores españoles. No así en Francia, donde desde 1977 se desarrollan las denominadas Nouvelles pratiques philosophiques, desde la enseñanza primaria, incluso en la maternal. El punto de partida de estas prácticas se sitúa en el proyecto de Filosofía para niños de Mathew Lipman iniciado en EEUU en 1969, proyecto extendido al mundo francófono a principios de los 80 en Québec y hacia mediados de esa década en Bélgica. Algunos ejemplos de este fenómeno, casi siempre al margen del mundo académico son los café-philo, los talleres y seminarios filosóficos, las universidades populares, las consultas filosóficas... Los café-philo han sido en Francia el detonante de estas nuevas prácticas, sirviendo en ocasiones de “banco de pruebas para el desarrollo de metodologías en relación con los debates y diálogos filosóficos en el aula, así como de estímulo en la reflexión pedagógica en general y de la didáctica filosófica en especial” (p. 395).

Según algunos de sus defensores (Tozzi), el estatuto privilegiado de la escritura hace derivar la filosofía hacia el estudio de textos en detrimento de la discusión..., la palabra queda identificada con el ámbito de la autoridad del profesor, trnasmisor del saber. Y subrayan, creo que con acierto, que la interacción verbal es también fuente de aprendizaje. Por ello, sería necesario profundizar más en las transferencias entre habla y escritura para reforzar los aprendizajes.

El marco teórico general de estas prácticas es el modelo constructivista en psicología, hacia donde se dirigen algunas de las críticas. Así, para el sociólogo francés P. Bourdieu (Les heritiers) hay que desconfiar de la pedagogía científica como presunta emancipadora: “... las pedagogías actuales que, sin otro fundamento que el psicológico, sirven de hecho a un sistema que ignora y quiere ignorar las diferencias sociales (...) acrecentando en apariencia la racionalidad formal de la enseñanza, (la pedagogía científica) permite que las desigualdades reales tengan más peso y justificación que nunca”. Sin olvidar esta seria advertencia, este enfoque sí puede tener la virtud de atender mejor al proceso de construcción del aprendizaje en el alumnado. Como señala J. Rancière, “Creer que aprenden (los alumnos) cuando yo enseño, que serán capaces de filosofar porque yo filosofo ante ellos, que comprenden porque explico claro, que sabrán hacer porque yo se lo he enseñado, que saben corregir porque les enseño el error (...). En todos estos casos lo que yo estoy haciendo es tomar mi actividad por la suya y no comprender cómo funcionan ellos intelectualmente” (J. Rancière, Le Maître ignorant, Fayard, 2004, p. 30).

El artículo incluye interesantes indicaciones de cómo hacer de un debate algo filosófico y sobre los modelos de debate. También apunta a la Educación para la Ciudadanía como una asignatura ideal para extender estas prácticas.

Continuaremos prestando atención a estas Nuevas prácticas filosóficas en otras reseñas y comentarios.

16 sept 2020

Filosofía en tiempos de coronavirus

 En el programa Carne Cruda, podéis escuchar un análisis diferente y sosegado de esta pandemia que todavía sufrimos. Participan en la conversación varios filósofos: Marina Garcés, Daniel Innerarity y Santiago Alba Rico. 

¿Qué puede aportar la filosofía en tiempos de coronavirus? ¿Cómo podemos comprender la irrealidad que estamos viviendo, sus consecuencias sobre la sociedad y el impacto futuro que tendrá sobre el sistema, el control ciudadano o la democracia?

 https://go.ivoox.com/rf/49955545

10 sept 2020

Agustín García Calvo. Leer o reconvertir en lenguaje vivo la escritura.


"Termino por tanto recomendándoos otro libro, que es el de D. Antonio Machado, el Juan de Mairena, que trata, nada más abrirse, de esta cuestión, que le podéis presentar también a los niños, junto con muchas otras que igualmente podréis sacar de él. Confío en recordarlo fielmente. La primera entrada del Juan de Mairena dice así: 

La verdad es la verdad, dígala Agamenón o su porquero.

Agamenón: De acuerdo.

El porquero: No me convence. 

Esta es la primera entrada del libro, y ya comprendéis sin que tenga que alargarme mucho que puede dar juego. A mí me ha dado juego a lo largo de los años, sólo hace muy poco me he dado cuenta de uno de los sentidos que puede tener después de haberle encontrado otros muchos, y este juego de intentar que los niños simplemente lean, oigan lo que está escrito, de veras, es decir: que hagan lo contrario de lo que hacen cuando empollan, cuando acumulan saberes como está mandado, eso ya de por sí es un ejercido que resulte lo que resulte del juego dialéctico, ya vale, en el sentido de contra la Realidad. El sólo hecho de que sean capaces de leer, es decir: reconvertir en lenguaje vivo, hablado, que es el único verdadero, aquello que a lo mejor se nos trasmite a través de la escritura, que no es más que una fijación, un depósito, una muerte en cierto sentido del lenguaje vivo, pero que puede suceder como en los casos que os estaba sugiriendo ahora..."

A. García Calvo, "Enseñar a no saber", Charla en la UNED, 26/3/99.

Para saber más: https://canal.uned.es/video/5a6f206fb1111f28298b4cb6

Teatro y Escuela.


"Hay que leer, sí, en la escuela. Y hay que leer teatro. Suele decirse que el teatro es difícil de leer. En todo caso, resulta menos difícil hacerlo en grupo, con un lector por personaje y otro que se encargue de las acotaciones. El teatro pide, de forma natural, leer a varias voces: leer en comunidad. Leer teatro con otros educa en la responsabilidad, porque cada uno de los lectores ha de hacer bien su trabajo para que el conjunto funcione. Lo ideal, desde luego, es leer teatro para luego ponerlo en escena, a lo que tampoco la escuela debería renunciar. El niño que lee un texto teatral para memorizarlo y luego actuarlo se ve naturalmente motivado a hacer eso que se llama –en una expresión redundante, porque no hay leer sin comprender– “lectura comprensiva”: a reflexionar no sólo sobre el significado de las palabras, sino también sobre el contexto en que vive el personaje que las pronuncia, sobre sus relaciones con los demás personajes, sobre sus deseos y miedos... El lector-actor ha de ponerse en el lugar de otro, haciéndose cargo de sus ideas y prejuicios, de sus sueños y pesadillas, de sus heridas y esperanzas. Por esa capacidad que tiene de hacernos pensar en otros y en lo que nos acerca y nos separa de ellos, el teatro es un espacio para la crítica y la utopía: un espacio para el examen de nuestras vidas y para la imaginación de otras vidas posibles. Ese espacio crítico y utópico, que empieza en el texto dramático y se prolonga en el escenario, no puede ser desaprovechado por la escuela".

Juan Mayorga, "Mi padre lee en voz alta", Elipses, 2006, 296-297.

La asignatura más importante.

 

"No se me ocurre que pudiera ofrecerse en nuestros colegios e institutos una asignatura más útil que aquella que ayudase a los chavales a pensar cómo usamos las palabras y cómo somos usados por ellas. Una asignatura que les diese a conocer la historia de unas cuantas palabras importantes –Verdad, Razón, Ciencia, Belleza, Justicia, Bien, Mal, Dios, Libertad, Progreso, Democracia, Nación, Historia…– y los diversos intereses a que han servido a lo largo de los tiempos. Una asignatura, sí, donde meditar sobre la relación entre la palabra Tiempo y todas las demás palabras. Una asignatura en que examinar cómo esas palabras se abrazan o se enfrentan, cómo esconden o se esconden, cómo devoran otras o son engullidas por otras. Una asignatura donde preguntarse qué tienen que ver el lenguaje, el dinero y la guerra. Una asignatura en que indagar quiénes y por qué eligen las palabras con las que pensamos, las palabras en las que vivimos.

Esa asignatura tendría entre sus primeros asuntos el significado del verbo ‘educar’. Se ofrecería en cada curso y en las mejores horas de cada curso, porque ninguna exigiría tanto de profesores y alumnos. Y al acabar el bachillerato, todos tendríamos que seguir estudiándola, porque nunca se nos aprobaría.

A una asignatura así, la más urgente, podríamos dar el nombre de aquella otra que el Ministerio de Educación ha decido arrojar al trastero de cachivaches inútiles. Podríamos llamarla Filosofía."

Juan Mayorga, Elipses, 2016, p. 21.

7 sept 2020

Los límites de la interpretación y de la subjetividad.

 En un interesante artículo en torno a la obra del filósofo italiano Umberto Eco, y sus reflexiones sobre los "límites de la interpretación", de la subjetividad, el catedrático M. A. Vázquez Medel, escribe las siguientes reflexiones:

 "En un momento en el que muchos animan el río revuelto de la mentira, el engaño, la falsedad, los “fakes”, es más necesario que nunca proclamar dos principios igualmente importantes: que los seres humanos no podemos alcanzar ninguna verdad absoluta, pero que sí podemos caminar hacia un horizonte de verdad relativa en el que debemos clarificar nuestras interpretaciones, contrastarlas con los demás y hacerlas más respetuosas con los hechos". "(...) A quienes se amparan en un inadmisible subjetivismo que conduce al relativismo (“todo vale”, “cada cual tiene su opinión”, “tú con tu verdad y yo con la mía”) habría que recordar que no todas las interpretaciones son igualmente respetuosas con los hechos, y que hay límites en la interpretación".

Por ello, frente al dogmatismo y la imposición, y frente al relativismo subjetivista que también termina con la imposición del más fuerte o del “statu quo”, "solo nos queda defender una relatividad intersubjetiva, respetuosa con el hecho interpretado y siempre abierta al diálogo".

Como escribía Antonio Machado, en sus Proverbios y cantares (LXXXV):

¿Tu verdad? No. La Verdad,

y ven conmigo a buscarla.

La tuya, guárdatela.

 

La esclavitud en Andalucía

 A continuación os dejo un interesante documental sobre la historia de la esclavitud en Andalucía. Una historia poco recordada en nuestro país cuando en la actualidad se denuncia en los medios de comunicación el racismo institucional de los EE. UU.

La filosofía: "jugar en serio"

 Platón considera la actividad filosófica como "jugar en serio": tomar en serio cuestiones que generalmente ignoramos (o que consi...