20 jun 2020

Lo vacío y absurdo del lenguaje político burocrático.


A continuación tenéis es una conocida caricatura del lenguaje político burocrático. Al parecer, aunque no hemos encontrado referencias, fue publicada por la "Revista de Varsovia", diario gubernamental de la capital polaca. Pretendía ser, supuestamente, una broma estudiantil que descubre lo vacío y absurdo que es el lenguaje oficial generalmente.
Puedes jugar a construir un discurso aparentemente lleno de ideas, sin decir nada, en la tabla de abajo, tomada de El Velero Digital, donde puedes encontrar la manera de construir un discurso político sólo con unir cualquier texto de la casilla A con otro de la B, y así sucesivamente, para volver a empezar con la casilla A. No es, ni mucho menos, necesario que los textos sean de la misma fila.
A B C D
Queridos compañeros
la realización de las premisas del programa
nos obliga a un exhaustivo análisis
de las condiciones financieras y administrativas existentes
Por otra parte, y dados los condicionamientos actuales
la complejidad de los estudios de los dirigentes
cumple un rol esencial en la formación
de las directivas de desarrollo para el futuro
Asimismo
el aumento constante, en cantidad y en extensión, de nuestra actividad
exige la precisión y la determinación
del sistema de participación general
Sin embargo, no hemos de olvidar que
la estructura actual de la organización
ayuda a la preparación y a la realización
de las actitudes de los miembros hacia sus deberes ineludibles
De igual manera
el nuevo modelo de actividad de la organización
garantiza la participación de un grupo importante en la formación
de la nuevas proposiciones
La práctica de la vida cotidiana prueba que
el desarrollo continuo de distintas formas de actividad
cumple deberes importantes en la determinación
de las direcciones educativas en el sentido del progreso
No es indispensable argumentar el peso y la significación de estos problemas ya que
nuestra actividad de información y de propaganda
facilita la creación
del sistema de formación de cuadros que corresponda a las necesidades
Las experiencias ricas y diversas muestran que
el reforzamiento y desarrollo de las estructuras
obstaculiza la apreciación de la importancia
de las condiciones de las actividades apropiadas
El afán de organización, pero sobre todo
la consulta con los numerosos militantes
ofrece un ensayo interesante de verificación
del modelo de desarrollo
Los superiores principios ideológicos, condicionan que
el inicio de la acción general de formación de las actitudes
implica el proceso de reestructuración y de modernización
de las formas de acción
Incluso bien pudiéramos atrevernos a sugerir que
un relanzamiento específico de todos los sectores implicados
habrá de significar un auténtico y eficaz punto de partida
de las básicas premisas adoptadas
Es obvio señalar que
la superación de experiencias periclitadas
permite en todo caso explicitar las razones fundamentales
de toda una casuística de amplio espectro
Pero pecaríamos de insinceros si soslayásemos que
una aplicación indiscriminada de los factores confluyentes
asegura en todo caso un proceso muy sensible de inversión
de los elementos generadores
Por último y como definitivo elemento esclarecedor cabe añadir que
el proceso consensuado de unas y otras aplicaciones concurrentes
deriva en una directa incidencia superadora
de toda una serie de criterios ideológicamente sistematizados en un frente común de actuación regeneradora

El dilema del prisionero.

"El "Dilema del Prisionero" es una historia que suele atribuirse a A. W. Tucker (1), que da nombre al más conocido de los problemas que estudia la Teoría de Juegos. Esta teoría es una rama floreciente de la Teoría de la Elección Racional que ha resultado ser de gran utilidad no sólo en Economía y en Biología Evolutiva, sino también en Filosofía y Teoría Política y Social. La mencionada historia es la siguiente:

Dos prisioneros incomunicados en celdas individuales han cometido dos crímenes, uno leve y otro grave. Existen pruebas suficientes para que les condenen por el primero, pero no por el segundo, a menos que alguno confiese haberlo cometido. El fiscal visita a uno de los prisioneros y le dice: "Tengo una buena noticia y una mala noticia para usted. La buena noticia es que si ninguno de ustedes confiesa su grave crimen, sólo podremos condenarles a dos años por su primer crimen y si usted confiesa, yo convenceré al jurado de que es usted un hombre arrepentido y de que el perverso es su compañero, de modo que usted quedaría libre en un año y él permanecería en prisión 10 años. La mala noticia es que voy a hacerle la misma oferta a su compañero". "¿Y que ocurriría si ambos confesásemos?", pregunta el prisionero. "Entonces no tendré razón para beneficiar a ninguno de ustedes, dejaré que la justicia tome su curso y, como el crimen es grave, estimo que les condenarán al menos a 8 años". Así, los prisioneros se encuentran ante el siguiente dilema:
El dilema del prisionero.
  
    Cada uno piensa que sólo pueden pasar dos cosas: que el otro confiese o que no confiese. "Si confiesa, es mejor que yo también lo haga, porque de lo contrario me quedaré 10 años en la cárcel. Si no confiesa y yo sí, entonces podré beneficiarme de la oferta del fiscal y quedaré libre en un año". La conclusión es que haga lo que haga el otro, lo mejor es confesar. Ambos razonan de igual modo, con lo cual ambos confiesan y se quedan en la cárcel mucho más tiempo del que les habría tocado, si hubiesen cooperado entre sí y ninguno de los dos hubiese confesado.

     Este es un juego de dos personas, pero podría darse entre n personas, por ejemplo, en el caso de una huelga, que puede entenderse como un bien público (* tragedia de los comunes). Cada trabajador puede pensar: "o bien hay bastantes trabajadores que vayan a la huelga y consiguen el objetivo de esta acción colectiva (por ejemplo, un ascenso salarial, una reducción de la jornada laboral o una mejora en las condiciones de trabajo), o bien esto no ocurre. En el primer caso, de todas formas voy a beneficiarme del éxito de la huelga, y si me quedo, puedo, además, seguir cobrando y quizá mejore mis relaciones con mis superiores. Y si los demás no van a la huelga, lo mejor es que yo tampoco vaya, porque estaré pagando en vano los costes de mi contribución a esta acción colectiva que va a fracasar".
    El problema es que lo individualmente racional conduce al fracaso colectivo. Lo mismo puede ocurrir en el caso de muchas otras acciones colectivas (manifestaciones, revoluciones, guerras, votaciones, etc.) y en muchos otros contextos, por lo que este juego ha resultado útil en una gama muy amplia y variada de investigaciones en Ciencias Sociales.

 Fuente: Paula Casal. https://webs.ucm.es/info/eurotheo/diccionario/P/prisionero_dilema.htm

La filosofía: "jugar en serio"

 Platón considera la actividad filosófica como "jugar en serio": tomar en serio cuestiones que generalmente ignoramos (o que consi...