23 may 2017

Todo tiene un límite. Ecologismo.


RESEÑA.

Jorge Riechmann, Todo tiene un límite: Ecología y Transformación social. Debate,Madrid, 2001.

Vivimos actualmente, señala Riechmann en este libro, en una especie de inmadurez colectiva que, desde la ideología productivista dominante que refleja muy bien nuestra publicidad, nos anima a apetecerlo todo a la vez, a no renunciar a nada. Esto nos ha llevado a perder nuestra conciencia de los límites. Al igual que vivimos desde 1945 bajo la amenaza nuclear, desde mediados de la década de los sesenta somos conscientes de la globalidad de la crisis ecológica, aunque la ceguera de nuestras “sociedades autosatisfechas” parece constantemente negarlo. A aquellos políticos y responsables institucionales que creen enfrentarse a una problemática reciente, deberíamos recordar que ya desde el siglo XVIII aparecen en nuestra cultura interesantes reflexiones éticas acerca de la problemática entre Tecnociencia, Medio ambiente y Sociedad. Así lo muestran autores como David Henry Thoreau (Walden, 1854), Henry S. Salt (Los derechos de los animales, 1892) o Jeremy Bentham (Principios de moral y legislación, 1789). Pero es que, además, habría que discutir con esos mismos responsables políticos y científicos la supuesta bondad de su concepto de “desarrollo sostenible”, el mantenimiento de una ideología que expolia y agota unos recursos naturales limitados en beneficio de los países más ricos. La defensa del crecimiento económico en los países industrializados, la expansión e incesante acumulación del modo de producción capitalista, sólo es posible –como señala Riechmann- externalizando los costes de producción, y en particular los daños ecológicos. Las empresas logran de esta forma que otros (los ciudadanos, en especial los de los países más pobres) carguen con los residuos, el deterioro del medio ambiente y la escasez de recursos naturales que las primeras provocan.
Nuestra biosfera es finita y nos estamos haciendo responsables de la alteración de algunos de sus ciclos naturales, del exterminio y la crueldad con algunas de sus especies o formas de vida. Somos una especie biocida.
Frente a todo esto, Riechmann propone fundamentar ecológicamente “otra” política, otro mundo posible, con iniciativas como la “Vía Campesina”, la teoría del “crecimiento cero” o la “Tasa Tobin”. Esperemos entre todos hacerlo real.

No hay comentarios:

La filosofía: "jugar en serio"

 Platón considera la actividad filosófica como "jugar en serio": tomar en serio cuestiones que generalmente ignoramos (o que consi...